.Oración del hijo-a:
+ “Oh, Padre mío, Dios bueno, te doy las gracias por la vida que me has dado, a través del amor de mis padres, que tanto amo.
Te pido por ellos y por mí, para que pueda darles buen ejemplo y los ayude a unirse uno al otro, como tú, Dios mío, los uniste bajo el santo sacramento del matrimonio.
Te pido tres cosas, y las tres necesito: saber escucharles, saber dialogar con ellos, y saber aceptar y meditar sus consejos.
¡Que jamás los desprecie!, ni de palabra, obra o pensamiento.
Que tenga en mi mente y corazón, el santo recuerdo, que de su unión física de amor, nací yo.
Gracias Dios mío, y por favor, bendice a mi padre, a mi madre: ¡A los dos! Y a todos sus hijos.
Y danos la unidad de los lazos del amor, con la palabra perdón, que suene en todos. Amén.”
+ Todos los hijos, hijas, que recéis con santa devoción, diaria, esta oración fabulosa, os concederé Yo, Dios, los éxitos en todos los niveles: físicos, intelectuales, morales, espirituales, de relaciones, de estudios y exámenes, de trabajo, proyectos y progresos, y os daré también dinero para que con él, gocéis de una santa vida de familia para preparar, si es vuestra vocación, un matrimonio santo, romántico, por amor. Amén.
Creed y esperad, y mientras tanto, rezad.
Oración sacada de las Revelaciones 12, del libro 3 titulado; DANDO LA MANO A DIOS.