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Revelaciones 93

… rezo… (21:55) a (22:33)

 

Yo.- Mi amado, ¿podrías hablarme sobre los anticonceptivos y el aborto? 

+ Sí amada niña, puedo hablaros de lo que deseéis, y con la verdad de un Dios que os ama y quiere lo mejor para vosotros, todos mis amados hijos.

A los hombres de buena voluntad, os digo: ¿Qué es para vosotros, amar a vuestros semejantes como a vosotros mismos?

¿Estáis de acuerdo que aunque la vida tenga muchos problemas, vale la pena tenerla?

La vida es mía, de vuestro Dios, que os la desea a todos para poder así daros mi amor.

Si no tenéis vida, no podéis saber de mi Amor.

Y al no saber de Él, no podéis corresponderlo, ni disfrutarlo, ni llevar por Él vuestra cruz.

Ni por Él, servirme, y serviros unos a otros.

Oh, hijos míos, vivid, vivid y tendréis la gran oportunidad de seguir viviendo en mi Eternidad Celestial.

Todo lo que os pide Dios, Yo, es para que seáis más felices aquí en el mundo, y luego compartir la visión eterna de la Suprema Felicidad de estar en mi Corazón, en el centro de mi amor, que es el mismo Cielo Eterno.

No dudéis ni un instante, amados, que os amo, que Yo, vuestro Dios Amor, os ama.

No dudéis ni un instante, hijos amados, que Yo, vuestro Dios Amor, os ayudo en todo y os cuido y sé de lo que necesitáis, antes que vosotros mismos, ¿verdad, hijos míos?

Nada de lo que vaya contra la naturaleza, contra la verdad, puede ser bueno para vosotros, y si es malo, es que no viene de Dios, de Mí, y por lo cual, si no es mío, es del enemigo.

Y ¿quién es el enemigo?

El enemigo, es aquel que desea vuestra desgracia, vuestra perdición, vuestra ruina.

Ése es Satanás, el demonio.

Ésa es la descripción del maligno, y todo aquel hijo mío, que actúa contra la misma naturaleza y verdad, éste se ha dejado embaucar por Satán, y lo pagará, ya que el maligno siempre pasa la cuenta a los tontos hijos míos, que por su falta de fe en Mí, en su Dios, se han dejado llevar del miedo al mañana, al qué dirán, y se han unido a Satán.

Yo no os dejaré de amar por ello, hijos tan y tan amados.

Es Satán que os cercará con su furia y os despedazará; ya que él no desea vuestro bien, no os aconseja para vuestra felicidad, ni temporal ni eterna.

Él, os quiere para gozar en destruiros.

Oh, amados hijos míos, acercaos a Mí, y cumplid con mis mandatos.

Y Yo, Dios, ¡Dios!, os prohíbo los anticonceptivos y el aborto:

Eso viene del maligno, que desea vuestra desgracia.

Amados míos, mis hijos queridos, todo lo que Yo Dios os pido, se puede cumplir. ¡Seguro!, ¡segurísimo!

Si no lo intentáis, no lo podréis comprobar jamás, y viviréis en la mentira, en la mentira de no saber mi Verdad.

Yo os amo, os amo, ¡no lo dudéis!

Dejad que os ame, abridme vuestro corazón.

Yo os amaré tanto, que todo os parecerá tan sencillo y fácil a los ojos de la fe, que seréis tan felices como jamás creísteis ser, y me amaréis y viviréis en Mí.

Y Yo os cuidaré con mi amor, ya que mi amor, también está en el dolor, en el sacrificio, la expiación.

Padecí mi terrible Pasión, mi Calvario y mi Cruz, por amor; y cuanto más y más sufría, más os amaba, y me sentía dichoso de amaros tanto, ya que sabía que después de mi padecer, por todos y cada uno de vosotros, se abrirían las Puertas del Cielo, y vosotros, hijos míos, tendríais por Mí, por Dios, que es también Jesucristo, la dicha de poder gozar de mi Eterna Felicidad.

¡Eres libre, hija mía, hijo mío! Y es tu libertad, que puede decidir si servirme a Mí, en la felicidad de tu cruz, que Yo Dios, te ayudo a llevar, o servir a la cautividad de Satanás, que cruelmente te martirizará en las llamas de su infierno.

Si decides servirle, ¡tendrás que pagarle su precio, el precio de vender tu alma!

Si me sirves a Mí, hija mía, hijo mío, Yo te daré la dicha terrena y la Celestial: Toda la dicha que puede sentir un corazón generoso que ama, vive y sirve a su Dios, a Mí.

Yo te recompensaré con creces tu fe, y serás bendita, oh amada y fiel criatura de Dios.