… rezo… (18:28) a (18:42)
Yo.- Amado Dios, ¡perdóname!, pero me he asustado al escribir lo anterior, ya que si te he pedido que me hablases del señor Noé, ha sido a petición de mi amado esposo Fuerza, ya que yo no conozco a este señor, de nada, ¡ni lo he visto en mi vida!, y no sabía que tenía hijos, ni que uno de ellos se llamara Salen. Por favor, no te enfades conmigo, y consuélame oh Dios mío, ¡Dios mío!
+ Querida niña mía, no sufras, Yo Dios te comprendo bien y no me enfado contigo.
Te he elegido para servirme y servir a los hombres.
Deja que Mamá te hable.
* Amada niña, mi bebé, ¿no ves que Dios actúa en ti?; su Voluntad se ejecuta en tu mente y sale a la luz a través de tu escritura, que es fiel a sus mandatos.
Te ha dicho bien mi amado caballero, mi hijo Fuerza, cuando te ha dicho que a través de ti, Primavera, mi Hijo Dios haría maravillas.
Yo te lo dije pequeña flor, y tu esposo, a mi voluntad, te lo ha recordado.
No temas hija mía, aún no has visto nada. (Yo.-Y se ríe, ya que yo me he asustado de tanto poder de Dios)
Oh amados, amados, si tuvierais un poco, tan sólo un poquito de fe, moveríais montañas a la voluntad de Dios, vuestro y mi Señor.
Estoy constantemente contigo, hijita linda, Primavera.
Anda, sonríe, que tu Madre te ama, y me sonrío de tu ignorancia, tu santa ignorancia, que se asusta de la voluntad todopoderosa de Dios: Mi Hijo Jesús, Mi Esposo, el Espíritu de Dios, y Mi Padre Dios, y todos Ellos, Uno, Dios Todopoderoso y Eterno.