… rezo… (17:51) a (18:02)
Yo.- ¿Qué deseas decirme del señor Noé?
+ Amado Fuerza, dile a mi hijo Noé, que su hijo Salen, le necesita, que vaya a él y le hable de Mí; esta vez le escuchará.
Te amo Fuerza, por lo mucho que amas a los demás; les servirás a través de mi servicio.
Ten fe, Primavera, y escribe todo lo que te digo. Sé lo que tengo y quiero decirte, aunque tú, amada hijita, no entiendas nada.
Dale mis Escritos, amado Fuerza, a este hijo mío. Ya sé que es un gasto, tantas fotocopias, pero Yo te mandaré mi recompensa. Puedo hacer que te entre dinero, y lo haré.
Puedo hacer que las piedras se conviertan en pan, si éste es mi deseo, el deseo de Dios.
Y todo deseo que sale de Mí, se cumple, ya que soy Dios poderoso y lo puedo todo, como puedo, que mi hijo Noé, se reconcilie con mi hijo y su hijo Salen.
Tened fe, hijos míos, en Mí.
Y no dejéis jamás de rezar los unos por los otros.
La oración lo puede todo.
Y Yo lo concedo todo a través de ella.
Todo lo que me pedís, es pesado, juzgado y valorado por Mí, por vuestro Dios, y os lo concedo cuando es más conveniente.