Lunes, 10 de Febrero de 1.997 Rezo… 15:08h. a 15:46h
+ Vosotros, hombres del mundo, hombres mundanos:
¿Qué sabéis de las almas silenciosas, de las almas anónimas?, ¿de éstas que no llevan sotana, ni son religiosos, ni casados?
¿De esas almas puras como San José y María Virgen? ¿Esas almas que deciden hacer voto particular de adhesión y servicio ilimitado a Mí, a Dios?
¡Nadie las conoce!
No llevan estigma alguno que los identifique, pero jamás, jamás pasan desapercibidos. Ante todo, son héroes de sí mismos. Nadie ve su heroicidad. ¡Sólo Yo, Dios, y el Reino Celestial!
La gente los llama, “solteros raros”, ya que, siendo solteros, son castos y no se agrupan en distinto sexo.
De estos hijos míos, amadísimos, el mundo “civilizado”, se ríe de ellos.
Los calumnian, murmuran a su paso, mas, ellos y ellas, siguen avanzando, avanzan en el camino de ser santos.
¿Sabéis de quiénes hablo?
Pocos, muy pocos lo sabéis y aún menos los entendéis.
No son sacerdotes, ni frailes, ni casados, y viven envueltos en el mundo, renunciando por Mí, por Dios, por el voto personal que me han dado.
Los sacerdotes me consagran.
Los religiosos se agrupan para glorificarme.
Los casados me dan hijos.
Y estas almas silenciosas, solas andan por la vida, y son la sal perfecta que sala y está escondida. Toda su vida es para Mí, para Dios: su lema, es amarme sobre todas las cosas.
Ni tienen reconocimiento social de ser fieles seguidores del Dios inmortal.
Hay una cosa especial en ellos, y es esa sonrisa ingenua y atractiva con que dan cara a la vida. Día y noche están pendientes de Mí, de Dios; y por Mí, de los demás.
Su oficio es pluralista, sólo tienen una meta común: cumplir Conmigo, con Dios, Uno y Trino.
Diariamente se clavan a la cruz. Y se clavan tan bien clavados, que para Satanás es muy difícil tentarlos.
Se desviven para dar la alegría de Dios al mundo, esa alegría Mía, que es la alegría de la resurrección, después de la muerte en la cruz. Esa alegría que sale de un corazón limpio, puro, que, clavado en su cruz, es luz para el mundo.
Yo, Dios, a esos hijos tan amados, les doy más valor que a los casados, ya que si son fieles a Mí, a Dios, su fidelidad, por su pureza y castidad, es de incalculable valor, por ser humildes y vivir su amor a Mí, a Dios, sin que el mundo lo sepa y a pesar de las muchas ofensas que del mundo se llevan. ¡Sí! Yo, Dios, los bendigo, a estos amados hijos míos que me dan su pureza de dentro y de fuera, y sufren como todos los santos, como los sacerdotes, los religiosos y los casados; ya que todo el que es perfecto, me ama sobre todas las cosas. Y para hacerlo, debe luchar y vencer. Y en la gloria del que ha vencido, hay la guerra que ha emprendido, para ser un héroe mío, ¡un santo!
Yo, Dios, os amo con locura, y locamente os abrazo cuando morís y venís a Mí, y ya no os suelto jamás, ¡jamás!
Rezo… 22:08h. a 22:31h.
Yo.- Bueno, Amado mío, a ver cuál va a ser Tu Voluntad; el bebé se ha movido, está mal colocado, atravesado.
+ Mi voluntad siempre es Providencial, es decir, para un bien.
No sufras, estás asustada por si el doctor decide hacerte la cesárea. No tengas miedo, Yo, Dios, velo por ti, y deseo tu fe en Mí. Nuestra Madre me ruega por los dos. Y, Yo, Dios, siempre oigo los ruegos de María, de la mujer Santa que es Madre Mía, y tanto te ama. Deseo tu fe, Primavera, puesta en práctica.
Yo.- Bueno, Dios mío, no sé si es ser mala, pero me asusta pensar en que irá mal el parto, y tampoco quiero pensar que irá bien; así que lo que pienso es que vaya como vaya, será Providencial, para un bien.
+ Haces bien en pensar así. Es así como deseo que pienses en todo, no deseo que vivas ni pesimista, ni con una euforia ficticia.
Tú, vive pensando que todo es Providencial, para un bien tuyo y del mundo, y abandónate con confianza al presente y al futuro.
Yo, Dios, no te defraudaré jamás y tú jamás te sentirás defraudada por Mí, por Dios.
Yo.- De todas formas te suplico que vaya muy bien. Y, es que, ¿sabes? Tengo miedo, no te enfades. Pero ir de parto no es ir de “campo y playa”, ya llevo doce partos y un aborto involuntario, y se sufre lo suyo trayendo un hijo al mundo. No es que me queje, pero soy realista. Ya sé que hay mucha gente que sufre y su sufrir es “inútil”, ya que a cambio del mío, nace un hijo Tuyo y nuestro. Recuerdo cuando me operaron de las piedras en la vesícula y en el páncreas, fue un sufrimiento vano.
+ No digas esto Primavera. ¿Es que no te acuerdas que de continuo me ofrecías el dolor, para la salvación del mundo, por mi amor? Tú no sabes lo que hice, Yo, Dios, con tu dolor; no lo guardé en mi Corazón, no, lo puse en movimiento para hacer un mundo un poco mejor.
Cuando sufrís, estando bajo el manto de mi amor, Yo acepto el vuestro, y con él, vuestro sufrimiento. Y hago poner en movimiento mi Santa voluntad, por el dolor que me das.
Pero ahora, no es momento de acordarte de sufrir, es momento feliz, de pensar que pronto nacerá un nuevo hijo mío, de Dios, por cumplir Fuerza y tú, vuestro deber.
Os amo y os soy fiel.