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Revelaciones 86

… rezo… (11:39) a (11:50)

 

Yo.- Ayer nos comentaron, ante el comentario que hicimos nosotros de Ti, amado Dios, que dijimos que eras muy agradecido, ya que por lo poco que te damos, Tú, amado, nos lo agradeces tanto. Y nos dijeron que el agradecimiento es la memoria del corazón. 

+ Así es, hijos míos. El amor, con amor se paga.

Y ¿qué hay en el corazón, sino amor? Por eso el amor de Dios paga con amor a sus hijos.

Así que mi agradecimiento, es mi amor, y como mi amor es el amor más grande, el más intenso y profundo, mi agradecimiento, el agradecimiento de vuestro Dios amor, es el más grande, el más intenso y profundo, ya que es mi amor.

Ya os he dicho muchas veces, amados míos, que la clave de todo es el amor, mi amor, mi gran amor, que siento en la locura de mi corazón, por todos vosotros, mis amados, mis tan y tan amados.

Por todos vosotros.

Sí, por ti, también por ti, amado hijo mío, hija mía.

A ti, Yo, tu Dios amor, te amo…

Te amo tanto, como jamás has pensado.

Y no estoy lejos, ¡no hijo mío, hija mía! Estoy en tu mismo corazón.

No me busques fuera de ti, teniéndome tan cerca, estoy aquí, y te amo, te amo a ti.

¡Ámame!