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Revelaciones 82

… rezo… (3:50) a (4:14)

 

Yo.- Mi vida, mi amor, mi Dios: ¿Qué quieres decir con que se han cerrado las puertas del infierno? ¿Es que ya nadie va al Infierno?

+ Amada mía, son palabras proféticas, ya que Dios habla para que oyendo, no entendáis, y me améis por vuestra fe.

Muy a mi pesar, continúan algunos hijos míos, prefiriendo la faz de Satanás a la Mía, la de su Dios.

Lo que sí ocurrirá en los últimos tiempos, es que los hombres en la tierra, preferirán amarme a Mí, Dios, antes que servir al Maligno.

Yo, Dios, soy justo, y mi justicia, mi santa justicia, me impide tratar a unos hijos, de modo distinto a los de otra generación.

Todos sois mis amados.

Pero será el amor, el amor que vosotros sentiréis por vuestro único Dios, el que hará que se cierren las puertas del Infierno.

Lo que si pasará, es que el amor que los hijos de Dios me permitís daros, os encenderá la llama de vuestro amor a Mí, y por Mí, a vuestros hermanos los hombres, que no podrán resistir a vuestro amor, y por él, por vuestro amor, que Yo, Dios, iré alimentando, ellos me amarán al amaros.

Ya te he dicho muchas veces, mi pequeña Primavera, que amor con amor se paga. Y como mi Iglesia, mi única Iglesia, la Católica, Apostólica y Romana, tiene el verdadero y puro amor de Dios, es la única y encargada de propagar mi amor, ese amor del Dios de amor.

Por eso se unirán todos a la verdadera y única Iglesia, ya que cada corazón sabe dónde reside mi amor; y como Yo, Dios, vivo en el corazón de cada uno de los hombres, cada uno de los hombres se acercará al Único y verdadero amor, al que guía al Santo Padre, a mi Iglesia, y que es el mismo amor, que Yo y mi Madre, María Santísima, compartimos.

Ese amor, es el verdadero amor, el único que vive y comprende en el dolor, en el sufrimiento por amor, a Dios, a Mí, y a vosotros entre sí, para sacrificaros por Mí y por vosotros mismos o por vuestros hermanos los hombres, por amor, por la alegría de sentir y servir mi amor; el único amor que es amor, ya que procede de Mí, del mismo Dios Amor, del Dios Espíritu Santo, que es el amor en acción, en función de Dios, a los hombres creados por mi amor.

Es sumamente sencillo, Primavera, la verdad de Dios es sencilla y pura, como mi mismo amor, el Amor.