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Revelaciones 79

Domingo, 19 de noviembre de 1995… rezo… (10:54) a (11:12)

 

Yo.- Mi gran amado Dios y amigo fiel ¿Tenemos que pasar estos, tus Escritos, a máquina, o entregarlos así en manuscrito? ¿Tenemos que tachar los nombres de las personas, incluso los nuestros, o debemos dejarlo todo igual? ¿Tenemos que seguir entregando estos, tus Escritos, al sacerdote Cal y al señor Juliumpius? ¿Lo tenemos que hacer en mano, o enviarlo por correo? ¿Y si no los quieren, qué hacemos? 

+ Amados míos, acudid siempre a Mí, a Dios, a vuestro Director Espiritual. Sí, hijos de Dios, pasad a máquina mis escritos; tus faltas de ortografía, Primavera, (- sonríe cariñoso) perjudican su lectura.

Hay que tachar todos los nombres, excepto los vuestros y los de vuestros hijos, mis instrumentos siempre dan la “cara” a los hombres. Sé que lo aguantaréis todo por mi amor, por el amor que tenéis a vuestro Dios. (Yo.- Nota: Al pasar los años, Dios nos ha dado seudónimos)

Entregadles en mano estos Escritos a mis hijos X y X (-sacerdotes de los De Belén); el correo podría ser interferido o manipulado por el enemigo de la verdad: Satán, que tiene su poder, que aunque no tiene comparación con el mío, con el de Dios, también es de temer por los hombres. Estos hijos os aceptarán. (Yo.-Ha entrado en mi dormitorio mi hija Amor y otros hijos, y he perdido mi “concentración”. Por favor, Dios mío, dirígeme nuevamente) Te estoy hablando de mis hijos amados, sacerdotes de los De Belén. Y os decía Fuerza y Primavera, que no temáis, ya que aceptarán mis Escritos. Así que tú, patriarca Fuerza, dáselos con total paz.

Estás nerviosa hija mía, ya que hay mucho bullicio en tu casa, e incluso algún hijo está llorando, ya que vais con prisas para acudir a mi Santa Misa. Deja de escribir y ve a mis hijitos, y consuela esos lloriqueos de los más pequeños; ¡Ahora nos veremos!