… rezo… (16:05) a (16:28)
Yo.- Mi amor, mi Dios, mi Señor. Mañana, el sacerdote Cal, hace el retiro mensual. No sé si el rezo del santo rosario y la misa que hace al final, lo hace o no por la salvación del mundo; pero el lunes estaba como asustado, y entre otras cosas, dijo que si le preguntaran de qué conocía a los Lluvia, diría que de ir a misa con él y de ir a sus retiros, pero que no dijera yo a nadie, que es mi director espiritual, ya que no lo es. Y con mi amado esposo Fuerza, hablábamos ayer de que quizás sería bueno, para la salud del sacerdote Cal, que hasta que no se tranquilice, no fuéramos a los retiros, ya que se le nota que teme que le sintonicen con nosotros.
¿Qué deseas que hagamos, amado amor?
+ Hija mía, me ha gustado mucho que me llamaras amado amor, ya que Yo soy Dios de amor, del supremo amor; y vosotros debéis amarme, ya que Yo os creé para eso, para que libremente me dierais vuestro amor.
¿Queréis darme vuestro amor?
Oh hijo mío, hija mía, a ti, sí, a ti te lo digo: ¿deseas amarme? Yo estoy “loco” por vosotros. Mi locura me llevó a crearos y a morir en la Cruz por amor. Mi amor es grande, inagotable, inmenso, sublime, bello. Y te lo doy a ti, sí, a ti, especialmente a ti. Dime que sí, que lo quieres, aún más, que lo deseas.
¡Cuán feliz me hacen tus palabras, amado hijo, hija! Ven, vamos a encontrarnos en mi Paraíso, en este Cielo que he creado para ti, para nuestros amoríos. Nos regocijaremos mutuamente de nuestros amores. Pasará el tiempo sin pasar, y eternamente reiremos de dicha y felicidad.
¡Te amo! ¡Te amo!
Amémonos, y haz como Yo hice, hijo, hija: coge tu Cruz y sígueme. Pero sígueme con el corazón gozoso, puesto en ese Paraíso nuestro; ¡Allí nos vemos! (Yo.- Y sonríe)
Amada hija, cuando mis hijos me hablan de amor, me rinden el corazón, y me pongo tan contento, que ya sabéis, hijos míos; habladme de vuestro amor, y vuestro Dios sonríe por todo lo que sufrí por el mismo amor.
Yo.- ¿No me dices nada, amor mío, sobre el retiro del sacerdote Cal?
+ Id todos los que podáis al retiro; allí, en el sagrario, estoy Yo, vuestro amor, y me gusta que vengáis; así os veo y me plazco en veros y daros mi amor.