Saltar al contenido

Revelaciones 60

Miércoles, 24 de enero de 1996… rezo… (8:26h.) a (8:54h.)

 

Yo.- A Ti, a Ti, Dios mío, proclamo mi auténtico amor y sumisión. Te pido perdón por mis pecados y faltas, por los de mis familiares, y por los de todo el mundo. Háblame, Dios amado, y consuela mi corazón, dolorido y atormentado por las palabras de Satán. Ya no soy nada, pero esa nada te necesita por amor, y acude a Ti y a tu Madre santísima. ¡Que tus ángeles me protejan! Oh Dios mío, te necesito, te necesitamos. Acude a consolarnos, a aconsejarnos y a guiarnos. Nos ponemos en tus manos, ya que te amamos y anunciamos nuestra obediencia a Ti, sólo a Ti, Dios Auténtico y Verdadero, Dios de amor.

+ Hijos míos, os amo, ¡os amo con delirio!, y os pruebo, y me amáis, a pesar de vuestros fracasos en la prueba. Y es, por ese amor, y con ese amor, que obro y obraré milagros, por y con vosotros.

¡Yo!, el Dios de dioses, amo a mis criaturas y amo su humildad y sumisión.

Te amo, amado Fuerza. Ayer te reprendí por tu desobediencia, y hoy agarro ¡fuerte!, tu mano, y te llamo no sólo, hijo amado, no sólo, amigo querido, sino hermano.

Yo, Dios, te doy mi paz y mi amor, y mi total y auténtico perdón.

¡No vayas, nunca más, a tu libre voluntad! Eres, sois, míos, y vinisteis libremente; y Yo, Dios, reclamo, por vuestra libertad, vuestro sí a la obediencia total.

Yo, Dios, cubriré con mi amor y mi poder, tus fallos.

Oh, amadísimo amigo, escribe estas palabras y mándalas: “Gracias por sus llamadas telefónicas. Que la paz de Dios, esté con todos”. Y mis palabras de paz, amado patriarca Fuerza, te darán mi paz.

Mis ángeles se ocuparán de todo.

¡Os amo, hijos míos!, y cuando veo vuestro dolor por amor, y oigo vuestras súplicas de perdón, acudo, me apresuro a venir en vuestro favor.

En cuanto al asunto familiar, no os diré más nada, ya que Satán se cuela en mis palabras.

Repito, ¡ya no hay que temer!

Dejad a los hombres, que actúen bajo su libre albedrío.

Puedes ir a visitar a mi amado hijo Ciril, cuando quieras. Mis ángeles os prepararán siempre el camino, y os protegen y os protegerán.

Sed discretos y no habléis de mis secretos.

Ahora os probaré la fe, con mi total silencio. No temáis, todo está bajo mi santo y todopoderoso y auténtico control.

No sufras más, Primavera, mi niña. Desde ahora, controlaré a Satán, por tus oraciones sinceras a Mí, a Dios, y a Mamá. No llores, mi niña, sé que te lo ha hecho pasar muy mal, pero tu esposo Fuerza, ha rezado muy fervientemente por ti. Y tus hijos, oh, con qué amor y fe, me han pedido te libre del Maligno. Por eso, hoy has dormido bien, la primera vez, en muchísimas semanas.

Yo, Dios, oigo la oración del auténtico amor y de la pureza de corazón.

¡No es nada fácil, ser el elegido para tener mis locuciones!, ¡nada fácil!, pero veo vuestro amor a Mí, y veo el amor que todos te tiene a ti, mi niña Primavera. Y veo tu nada, que cada día me la ofreces para que haga algo con ella. Y lo hago. Por tu nada, por la nada de Fuerza y por la nada de tus hijos, mis hijos, Yo, Dios, acepto vuestro sí, y le doy el valor que quiero, y actúo por vuestro sí. ¡¡Os amo!! Y os amo, a pesar de vuestra nada, y precisamente, por reconocerla, Yo, Dios, os amo tanto, y os aumento mis gracias, por esa humildad que, a veces, se quiebra por vuestra imperfección, pero que enseguida de daros cuenta, acudís a ella, y con ella, me pedís perdón, perdón por no ser nada. Y Yo, Dios, os agarro de mi mano y os alzo, y Mamá sonríe feliz de veros Conmigo, y los ángeles cantan el aleluya por mi infinita misericordia y mi amor.

Hijos míos, a todos, sí, a ti, a ti te lo digo: Dime que no eres nada, y Yo, Dios, haré de ti mi apóstol.