Saltar al contenido

Revelaciones 59

Martes, 23 de enero de 1996… rezo… (10:11h.) a (10:28h.)

 

Yo.- Dios todopoderoso, amado, al más amado. La señora Soliz, la madre de Ciriam, teme que no se curará nunca, ya que no le dan medicamentos, sólo calmantes. Aunque, desde el viernes, en que bebió el Agua de Lourdes que le llevamos, ya se encuentra mucho mejor, incluso el domingo, salió de su casa. Y eso que cuando fuimos a visitarla, estaba totalmente postrada en cama, como si presintiera la muerte. Amado Dios ¿podrías decirnos tus palabras?

+ Yo, Dios, derramo mis sabias y veraces palabras para mi amadísima hija Soliz, su esposo, sus hijos, familiares y, sobre todo, para el doctor.

¡Mi hija está ya curada totalmente!, y es fácil de que lo comprobéis. Quitadle los calmantes, y veréis que no tiene dolor.

Aunque no tengáis fe en mi milagro, en el milagro que llevé a cabo el viernes, a través de mis amados y fieles instrumentos, mis hijos, Fuerza y Primavera, es fácil de comprobar, hijos míos, todos tan y tan amados por Mí, por Dios. Le quitáis, le suprimís los calmantes, que ahora la atontan, ya que no los necesita, y por eso le hago beber el agua a mi hijita Soliz, para que los elimine más rápidamente.

Repito Yo, Dios, ¡no los necesita! Comprobadlo suprimiéndoselos, ya que si los necesitara, os daríais cuenta, ya que le vendría el dolor, pero como no sucederá, comprobaréis mi milagro de amor, ¡hombres de poca fe!

(Y sonríe con mucho cariño, Dios). Sí, me sonrío, ya que os comprendo, amados hijos míos, pero Dios os pide, ¡Yo os pido!, que comprobéis mi milagro. Es veraz, verídico, auténtico. Mi hijita linda, Soliz, a la que tanto amo, tiene vida por delante, para amarme y darme gloria. ¡Soy Dios!, no dudéis de Mí, y, si dudáis, que lo comprendo, pues, ¡comprobadlo! Quitadle los calmantes. En siete días, veréis y os cercioraréis de mi todopoderoso poder, y de mi amor por todos vosotros.

Y si queréis mis milagros, pedídmelos, y Yo, Dios, os los doy y daré. Lo sentencio. Soy Dios, lo puedo hacer y lo hago, porque os amo; ¡Dios os ama, hijos amados!