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Revelaciones 48

Lunes, 10 de Junio de 1.996   Rezo…      14:12 h a 14:34 h.

Yo.- Amado y Buen Dios. Te preguntan Trista y Fruss.

Pregunta de Trista y Fruss: “¿Tienes algo concreto que decirnos?

+ Amados míos, venid a Mí, a Dios. Acudid rápido a protegeros con mi Espíritu Santo: ¡utilizad de los sacramentos! Vivís en continuo peligro, en manos del mal. Venid a Mí, que soy Bueno.

Yo.- Pregunta de Trista y Fruss: “¿Qué tenemos que hacer con el trabajo?”.

+ Amados Fruss y Trista, nada os sale bien, por estar en las garras del mal.

Acudid a mi única y Santa Iglesia, Católica, Apostólica y Romana. Limpiaos el alma con el sacramento de la confesión. Y con el sacramento de la comunión, vendré a vosotros y os protegeré con mi gracia, que os daré al acudir a Mí. Y si tenéis mi gracia y estáis en gracia, os ayudaré en todo, por estar en mi camino. Ahora no puedo ayudaros, ya que no estáis conmigo. Oh, hijos míos, venid a Mí, a Dios, y a María Inmaculada. Os amo, os espero. ¡Venid! ¡Venid!

Yo.- Pregunta de Trista y Fruss: “¿Qué tenemos que hacer con la escuela?”.

+ La escuela no es tan mala, pero, para vivir bajo mi santa protección, debéis bautizar a Jib y Homstra, es necesario que mi Espíritu los proteja, y el bautismo da el escudo; os hace hijos de Dios. Y por ser hijos de Dios, Yo, vuestro Padre Dios, os cuido y os protejo. Sólo puedo hacerlo cuando os ponéis bajo mi santa protección. Ponedlos.

Yo.- Pregunta de Trista y Fruss: “¿Qué puedes decir de un tal Did”?

+ Es un buen hijo; me ama y no me teme. Yo estoy con él.

Yo.- Pregunta de Trista y Fruss: “Tengo una idea de un proyecto laboral que creo nos iría bien: ¿Sabes de qué se trata? ¿Te parece correcto que lo hagamos?”.

+ Hijo mío, mi amado Fruss. Por el hecho de haber conectado con el mal, él no desea soltaros. Vosotros debéis venir libremente a Mí; sólo así podré protegeros. Al rebelaros contra él, todo lo que hacéis lo destruye, lo interrumpe, por estar ahora neutrales. Pero debéis venir a Mí. Este es el único camino. Acudid a Mí, a Dios, al Dios Uno y Trino, al Dios que asisto a mi Única Iglesia, mi amada Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Cuando acudáis a Mí, Yo, Dios, os cuidaré y todo será providencial, incluso lo malo que encontréis en el mundo, todo será para un bien.

Os insisto en ello, necesitáis de Mí, de Dios. Venid, venid. Ven, amado Fruss; ven, amada Trista. Y traed con vosotros a vuestros amados hijos. Venid. Venid.

* No me hagáis llorar más, amados míos. Haced  caso a Dios. Venid a nosotros, que tanto os amamos. Las llagas de las manos de Jesús, fueron por vosotros. Que no sea en vano su dolor. Él os salvó, os redimió, pero vosotros debéis venir. Yo, María Inmaculada, os espero. Siempre os espero con los brazos abiertos y el Corazón lleno de amor, de amor a Dios y, por Él, a vosotros. Yo, María, os amo, y os amaré eternamente.

 

Rezo…      h. a 11:36 h.

Yo.- Pero… ¿Hay personas que te odian?

+ Hay hijos que odian al Padre, a Mí, a su Creador; otros, son indiferentes a Mí, a Dios; otros no me conocen a Mí, a Dios, Uno y Trino, al Dios verdadero.

Y algunos me tienen miedo, por sus pecados y faltas, y muchos me amáis.

Yo, Dios verdadero, os amo a todos; os creé, os redimí y os di mi camino para venir a Mí, a la Verdad; la Verdad está en la Santa Iglesia Católica, ¡Mi Única Iglesia!, y la asisto con mi Santo Espíritu, que soy Dios mismo.

El Santo Padre lleva mi sello, e influyo espiritualmente en él, le doy vida y discernimiento.

Mi doctrina católica, sale de mi sello, del sello con que los Papas sellan sus veredictos, en cuestiones doctrinales.

Y estoy en todos y cada uno de los sacramentos.

No miréis a los sacerdotes, no observéis la conducta humana del clero; usad de su sacerdocio, que por él, puede daros a Mí, a Dios mismo. Usad de mis gracias, y no miréis al hombre. Usad del bien que puede daros, por ser mi sacerdote; pero humanamente, ¡No lo miréis! Mirad sólo a Mí, a Jesucristo, ¡Estoy en los Evangelios! Estoy aquí mismo, en estos santos escritos: ¡No miréis al clero! ¡Miradme a Mí, a Dios Hijo, Jesucristo!

Mirad a María Inmaculada y a su casto esposo, San José, mi padre en funciones terrenales. Él y Santa María, son los más grandes. Si Yo, Dios, los elegí como padres, si son dignos de Dios, son dignos para vosotros los hombres.

Oh, enamoraos  de María, amadas hijas mías, e imitadla. Y copiad al varón San José, vosotros, hijos míos. Ellos eran hombres, sólo personas como vosotros, y Yo, Dios, los amé más que a nadie más, ya que ellos me amaron más que nadie más. Copiadlos. Ellos saben el camino, y lo anduvieron, y están ahora aquí Conmigo. Pedidles ayuda, y todo lo que ellos me piden, si es bueno para vosotros, os lo doy, por mi amor a ellos y a vosotros.

Yo.- Amado Dios, gracias a Ti, y da de nuestra parte las gracias a Mamá y a San José, ya que el asunto laboral de Fuerza está muy satisfactorio, y Bondad va “viento en popa”. Yo os lo agradezco a todos. Y también por tener salud y amarnos todos tanto: ¡Gracias infinitas!

+ Os bendigo, y no sólo Yo, Dios, sino que a mi derecha está Mamá, y  a su derecha, San José.

Yo.- (¡Los veo! ¡Los veo!) Estáis guapos, se os ve con salud de cuerpo y alma, fuertes de cuerpo y alma. Y os amáis tanto, que lloraré. (Lloro…) Acaban de telefonear de Radio Isdic, que desean hacer una entrevista a mi amado y listo esposo Fuerza. ¿Has sido Tú?… (Veo que sonríen los tres. Oh, cuánto se aman. Lo veo, veo su amor. ¡Es que se ve! Yo quiero venir al Cielo con vosotros, quiero ser feliz con vosotros! … Oh, oh, oh…).

+ Hijita buena, eres inteligente; ves mi Santa Providencia en los buenos acontecimientos. Tu inteligencia me rinde gloria. Y me gusta ayudaros, ya que sois agradecidos. Y en las pruebas, os unís a Mí, a Dios, y no paráis de insistir a mi amor, dándome vuestro dolor para lo que quiera. Y Yo, Dios, lo utilizo para dar el bien a todos mis hijos. Amados de Dios, nuestras bendiciones os llenarán de amor, de amor a Mí, a Dios, y a los hombres.

Primavera, bonita niña, no temas a las gentes que te visitan y te visitarán, para que a través de ti, Yo, Dios, les dé mis mensajes; no temas jamás. No te asustes de nadie: tú, pregunta, que Yo les diré mi santa voluntad. Y mi voluntad está, y estará siempre, con el Santo Padre y mi única Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Es irreversible, ya que es lo verdadero.

Y os digo, que todos los Papas son elegidos por mi Santo Espíritu. Os lo digo para que los que deseáis poner lazos y trampas, tengáis la certeza de que haréis el ridículo. Jamás, ¡Jamás!, un Papa es elegido, si Yo, Dios, no doy mi santo consentimiento.

De Mí, de Dios, nadie se burla.

Os daréis cuenta cuando os juzgue. Al cerrar vuestros ojos carnales, luego, los ojos del alma os serán abiertos, y la visión de mi santo juicio, os llevará a vuestro definitivo y eterno destino.