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Revelaciones 42

… rezo… (16:12) a (18:20)

 

Yo.- Amor, mi Dios y Señor. ¿Podrías decirme lo que me dijiste de la festividad de los Reyes Magos?

+ Amados míos, Yo, Dios, deseo que celebréis la festividad de los Reyes Magos, de la siguiente manera:

El día seis de enero, que el patriarca Fuerza, coja una figura mía, del Niño Jesús, y la esconda en el jardín; y vuestros hijos, disfrazados de Reyes Magos y de pastores, la busquen, ¡Me busquen!

Mientras tanto, encima de la cama de cada uno, podéis poner un obsequio; puede ser un juguete. Pero que sepan que lo habéis comprado vosotros, ¡nada de mentiras! Y es y será, decirles así a ellos: Es en recuerdo del Evangelio, que dice que quien encuentre a Jesús, Dios, y lo ame y lo sirva, Dios le premiará con la Vida Eterna en el Cielo, donde hay dicha y consuelo. Estos obsequios representan vuestra dicha.

Cuando encuentren la figura del Niño Dios, Jesús, que canten y atraigan a los otros con estas palabras:

 “¡Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!”

El que me encuentre, en la figura de Niño Jesús, que me lleve en brazos y me vaya pasando a otro, y todos me besen; esa figura representa a Dios, y me place que me beséis.

¡Besadme!

Y le entregáis la figura a vuestra madre, a ti, Primavera, y tú se la das a tu esposo Fuerza, y éste explica la historia de los tres Reyes Magos.

Diles, amado Fuerza, que ellos me llevaron regalos a Mí, por ser Dios, y que no les pueden llevar regalos a ellos. Primero, porque están muertos, y segundo, porque ellos no son dioses, sino niños como todos los niños, y hay muchos niños en el mundo que no tienen nada, ni para comer, ¡es la verdad!

Y les dices lo que te he dicho; que al ser Dios, los Reyes Magos me adoraron a Mí, ¡sólo a Mí!

Y que al ser Dios y al hacerme hombre, lo hice para abrirles las puertas del Cielo, donde hay la suma y total felicidad.

Y para recordarles esa felicidad, les habéis obsequiado con regalos; y que vayan a buscarlos.

Gozaos, hijos míos, de la dicha de haber nacido Dios Hijo, y del Cielo que os he prometido.

Si alguien desea celebrar así, como es mi deseo, la fiesta de los Reyes Magos, me placeré Yo, Dios, en ello.

Y aunque viváis en un piso, podéis esconderme igual, y los disfraces pueden ser tres coronas hechas con cualquier papel y unos pañuelos en el pelo para las pastoras, y cualquier cosa para los pastores.

No deseo que convirtáis esa fiesta en un acto caro de dinero.

Es el amor al recuerdo, lo que Yo, Dios, quiero.

Y os digo que es verdad, que hay muchos niños que pasan hambre. Sé que os sentís impotentes ante tal verdad, pero no por sentiros impotentes, deja de ser cierto.

Dios no desea que seáis superfluos y andéis derrochando dinero, mientras otros niños no tienen ni la esperanza de mirar al Cielo.

Sus ojos están puestos, tristemente, en un punto indefinido de abandono físico y espiritual.

No os exijo que los ayudéis, sois libres, y sabéis que vuestro deber es ayudarlos.

Hay muchas cosas que podéis hacer, y entre ellas, está el recordarlos, el rezar por ellos, y que cada uno, haga según su libre voluntad.

Yo, Dios, además de desear la paz, quiero el amor.

Y si no hay paz, dad amor, y con el amor vendrá la paz.

Yo.- ¿Qué deseas Dios mío?

+ Yo, Dios, deseo que apuntes algunas de las cosas que te dice Satán, cuando interfiere mi Voz. Deseo que lo sepan los que lean estas palabras, ya que Yo, Dios, te lo dije, pero conozco a los hombres, y sé que si no veis, no creéis. Anda, Primavera, obedece a tu Dios, y que si envidian tu “suerte”, sepan de tu sufrir. Es mi deseo, el deseo de Dios.

Yo.- (He buscado algunas frases que Satán me dice). Anoto lo que me pide Dios:

Satán: Eres una cochina furcia.

Satán: …Soy dios, el dios indio.

Satán: ¡Ja, ja, ja! Soy Satán, idiota. ¡Qué niña más tonta! Al final, os enfadaréis tanto con tu marido, que no podréis servir a Dios.

Satán: Ja, ja, ja. ¡Estúpida Primavera!: ¡¡Os mataré hoy!! ¡Soy Satán y tengo mi poder!

Satán: Ja, ja, ja. Soy Satán, que te estoy engañando. ¡Maldita bruja! ¿Con que, niña de Dios? Un estorbo, y te voy a matar, Primavera de las narices. Eres mala e imbécil.

+ Hijos míos, estas son algunas de las palabras que quedan escritas, en escritos que vosotros no tenéis, y que al no ser míos, de Dios, no deseo que salgan a luz.

Pero que hay muchas más palabras que suenan sólo en el interior de mi amada hija y fiel instrumento, Primavera; como visiones horribles, en las que, a veces, Satán se disfraza de la Virgen María, y hay otro demonio que “la maltrata” físicamente, y le da coces y desea estrangularla. Otras veces, son distintas visiones, todas del mal.

Yo, Dios, deseo que lo sepáis, ya que lo que le digo en Locuciones a Primavera, es muy bonito y bueno para los hombres, en vez de otras Locuciones que tienen algunos otros hijos míos. Y Yo, que soy Dios, y os conozco bien a cada uno, sé que las cosas tan bonitas, positivas y llenas de esperanza, que por mi Espíritu y la Voluntad, en Unidad, de Dios Trino, Primavera escribe; es fácil de hacer encender los celos, la envidia, en vosotros, hijos míos, a los que tanto y tanto amo, igual que a Primavera, su esposo, Fuerza, y sus hijos.

¡Os amo igual que a ellos!

Yo, Dios, no os engaño.

¡No tengáis celos!, que la recompensa de mi Cielo Eterno, no es por mis Locuciones, sino por el cumplimiento de mis mandatos, los mandatos de vuestro Dios; ¡lo sello!