… rezo… (18:20) a (18:22)
* Hija mía, me llamas con insistencia, y acudo a ti, como acudo a cualquiera de mis hijos, cuando me llaman. Es mi Hijo Jesús, quién te habla, el mismo que amamantaron mis pechos virginales. No tengas miedo, hijita, reza mi rosario, muy despacio, y te cubriré con mi manto. ¡Te amo, te amo! ¡¡Os amo a todos!!