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Revelaciones 42

Sábado, 4 de noviembre de 1995… rezo… (17:58) a (18:15)

 

Yo.- Dios Todopoderoso, a Ti, a Ti, Dios mío, alzo mi corazón. Que mi ángel me ayude a ser humilde y sencilla. Deseo vivamente preguntarte sobre las palabras que han llegado a mí. ¿Qué debo hacer al respecto, amado Dios y Señor? Te obedeceré en todo, di. 

+ Amada hijita, Primavera, te avisé de lo que te ocurriría, de lo que os ocurriría. Tenéis mi paz y mi amor. No hagas nada al respecto, cree en Mí, que Yo soy Dios, el Dios de los vivos. Temes a Satán, y él te teme a ti, ya que Yo estoy contigo y soy Jesús, al que crucificaron por no creer que era Dios.

Muchos no entenderán, tampoco me entendieron a Mí, y si volviera, volverían a crucificarme.

Olvídate, amada flor, de todo lo que no sea mi amor, el amor de y a Dios. Satanás jamás os diría que amaseis a Dios sobre todas las cosas, y a los demás, por mi amor. Ni os pediría, como os pido Yo, ¡Dios!, que cumpláis los mandamientos ¡todos!, os vayáis a confesar de vuestros pecados y faltas, y comáis mi Cuerpo y bebáis mi Sangre; ¡soy Jesús!, el Dios que no reconocisteis, soy el mismo, y os amo como jamás nadie os ha amado ni os amará.

Tú, patriarca Fuerza, mi elegido desde antes de los tiempos, discierne todos estos escritos; medítalos en tu corazón, y Dios Espíritu Santo te dirá que Yo soy Dios, Dios Hijo, que padecí los horrores y las humillaciones más grandes por amor a la verdad, y todo aquel que me ama y cree en Mí, las pasará, ya que el alumno prosigue al Profesor, sigue sus pasos, por amor.

No me seáis infieles sino creyentes, ¡hombres de poca fe! Me verían, pondrían las manos en mis cinco llagas, y aún dudarían de que Yo, Jesús, soy Dios.

¡No dudéis vosotros!, que os necesito para devolver la fe a tantos hijos míos que están dormidos a la Verdad, que soy Yo.