Sábado, 28 de octubre de 1995… rezo… (19:40) a (20:15)
Yo.- Amado mío y Dios mío. Hoy he reído, hacía muchos días que no lo hacía y me ha gustado mucho. Debe ser verdad lo que me dijiste que ponías fin a mis sufrimientos.
+ Reíos hijos de Dios, que la risa alimenta la inspiración. Me place a Mí, Dios, vuestra risa. Esa risa que sale de un alma tranquila, que respira paz.
Ríete Primavera. Hoy has reído con tus hijas Libertad y Luz, y ellas te han amado, por las cosquillas y piropos que les has brindado.
La risa atrae a las personas, unas a otras. Vas a reírte mucho, Primavera, hijita, y tú también, amado Fuerza, hijo obediente y fiel, y todos vuestros hijos. La risa de los Lluvia influirá en el mundo, en sus amigos.
Amado Fuerza; no critiques el trabajo de los demás, de tu oficio; eso te atraería enemigos, y Yo deseo que seas mi apóstol. Van a amarte por tus obras, que serán las mías. En tu profesión, eres el primero; se reconocerá tu gran talento, y a través de él, acercarás almas a tu Dios, que soy Yo.
Te estás portando muy bien; ayuda a tus hijos con mi película, que vean que los apoyas, por tu humildad con mi deseo que se haga mi película.
Te daré el triunfo en tu profesión, como jamás soñaste tener; Yo te lo doy por tu lealtad a mis deseos y porque a través de tu éxito profesional, me acercarás almas. Las personas miran mucho el triunfo social de un hombre, ya que creen que en la perfección, va incluido el éxito. ¡No te envanezcas de él!, sé humilde, y recuerda que es por tu humildad, que te lo doy.
Ríete con Primavera; habéis sufrido mucho estos diez años, sin dinero, sin amigos ni comprensión, sin salud; pero vuestra fidelidad no desapareció, al contrario, os crecisteis en las contrariedades, y me ofrecisteis vuestra vida, vuestras obras y amor. Me ofrecisteis a Ana y Víctor. Yo, por vuestra fidelidad, os daré cuanto me plazca. Aunque habrá personas que no entenderán vuestra “suerte”, es para que verifiquen lo que dije y se escribió en el evangelio: “Buscad primero la gloria de Dios, y Dios os lo dará todo por añadidura”.
Me gusta tanto, que los esposos se amen. Muchos creen que para agradarme, tienen que ser sacerdotes o religiosos. Han postergado a segundo lugar, la vida matrimonial. Y para Mí, Dios, lo que cuenta es lo que hay de verdad, dentro del corazón.
Esposos, me place vuestro amor y vuestra entrega; si no existiera el matrimonio, la vida haría muchos años que ya no existiría. ¡Me place el amor humano! ¡Amaos, hombre y mujer! Apoyaos el uno al otro para recorrer el camino de santidad, y seguiréis juntos en mi Eternidad.
Amaos, reíd y servidme, que Yo soy Dios, y un Dios que os ama con locura y frenesí. Mi Madre fue virgen, pero estaba predestinada por Dios para sus fines. Vosotros, podéis y deseo que os caséis, si os place, y tanto da que tengáis hijos, como que seáis estériles; el amor matrimonial es un gozo humano y espiritual.
¡Os amo! Os amo, casados o solteros, sacerdotes o religiosos; os amo Yo, Dios de todo lo creado, y eso es lo único importante, que os amo tanto, que me gozo en vosotros. ¡Dejad que os ame!, y me amaréis, y os lo daré todo, todo lo que deseéis y que sea para vuestro bien. ¡Confiad en Mí! ¡Soy Dios!