Saltar al contenido

Revelaciones 30

Lunes, 9 de Diciembre de 1.996   Rezo…      9:49 h. a 10:10 h.

+ Seguid diciéndome sí, cada día, como lo hizo la Santa y amadísima Virgen María; y ese sí, a pesar de los tormentos y fechorías del enemigo, lo he comprobado Yo, Dios, como fiel, fiel a mi voluntad de que a vuestros y mis niños, no los ensucie la sociedad mundana, ya que ellos son la luz, la luz que hará ver a los ciegos; son el agua de la alegría, por tenerme a Mí, a Dios, como guía. Hijos todos del Amor, amor de Dios, os espera un futuro como luz del mundo; no os desunáis jamás, que una fuerza espiritual que os doy, es precisamente por esta amorosa unión familiar. Que unos a otros, os protejáis de la desunión.

Mi deseo, el deseo de Dios Uno y Trino, es restablecer, a través vuestro, el amor y la unión de la familia.

Pensad que numerosos ojos os miran, y que sólo con veros, les daréis la fuerza para ser ellos con los suyos, una familia.

El mundo está lleno de personas que se creen libres, por andar individualmente y solos, mas no es esa la libertad que viene de Mí, de Dios; la libertad de elegir, ante todo, e incluso ante uno mismo, el bien, y el bien está en la unidad de la familia.

Yo, Dios, hago familia con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; y Dios Hijo, aparte de mi Familia Divina, hago, junto con Ella, familia con la bendita e Inmaculada Virgen María y su esposo casto, San José.

Yo, Dios, jamás ando solo, ni en el Cielo ni en la tierra; Yo, Dios, creé a la familia por ser Familia; y mi cuarto mandamiento de mi Santa Ley, es para la unidad e indisolubilidad de la familia.

Todo lo que os separe de vuestra buena y cristiana familia, no viene de Mí, sino que es de Satanás, y aunque use la palabra libertad como estandarte, es falso.

Os engaña el Demonio cuando sois jóvenes y plenos de salud y energía físicas; y eso os induce a que no necesitáis de nadie, ni de padres, ni de hermanos, ni de cónyuges, ni de hijos; mas los tiempos pasan, y cuando llega la enfermedad, o tan sólo el cansancio por el desgaste físico, esto os hace derrumbaros y estáis solos y “libres”, por elegirlo de jóvenes, mas luego estáis vencidos por el mismo Demonio que os llevó del orgullo y el egoísmo de una falsa libertad.

Amar a la familia y estar unidos a ella, si es buena y me ama a Mí, a Dios, sobre todas las cosas, esta es la principal libertad, la que libremente estés atado a lo bueno, a lo natural, a lo establecido por Mí, por Dios, a la familia; y cumples, con tu libertad, los años, el dolor de la ancianidad, que a todos os ha de llegar, no será una continua depresión, sino que será algo natural, por ser la condición humana de toda persona.

Sí, tú, que eres joven, también serás anciano y morirás como todos los demás.

Hijos míos, haced como Yo, Dios, y vivid siempre unidos, como Yo, Dios, estoy unido en la Santísima Trinidad y en la Familia Sagrada.