Viernes, 22 de Noviembre de 1.996 Rezo… 19:51 h. a 20:16 h.
Yo.- Amado Dios y Señor Jesucristo, tengo varias preguntas de parte de Fistres:
“Queríamos bautizar a nuestra hija, Distreva, (6 meses) en un Santuario Mariano (Lourdes) para consagrarla a la Virgen María. Nos han dicho que no se puede hacer, y ha ido pasando el tiempo; ahora tiene seis meses”
+ Seis meses que ha vivido “muerta” sin tenerme con ella, alejada de Dios Espíritu Santo, que tanto la amo. Os pregunto, Josstro y Fistres: ¿En verdad creéis que amáis a vuestra hija? Si tanto la amáis, cómo podéis permitir que viva sin Mí, sin Dios, a quien decís amarme. Y os pregunto: ¿Hijos míos, amados Fistres y Josstro, me amáis, o lo hacéis ver? La fe sin obras, es fe muerta. Yo, Dios, deseo vuestra fe viva. Pensáis, queréis, darme a los demás, y me negáis a vuestra amada hija. ¿No es esto una incongruencia? Ocupaos de los vuestros, dadme a los de casa, y los demás os reconocerán como a apóstoles y se unirán a Mí, a Dios, por vuestra evangelización, que es cumplir con vuestro deber de ser hijos de Dios, míos.
Fistres: “¿Qué piensas del proyecto que tenemos, y que esperamos la respuesta en marzo?”
+ Yo, Dios, os doy ciertamente la libertad, y ciertamente sois libres. Uníos a la sabiduría, que es amarme sobre todas las cosas y cumplir con los diez mandamientos de mi ley, la ley de Dios, y con vuestro deber de estado. Yo, Dios, os amo, y mucho que os amo, Fistres y Josstro, y os amo tanto, que por vosotros morí en la Cruz. Buscad y llevad con alegría la verdadera cruz, que ciertamente os santifica, y no queráis jamás llevar la cruz por la necedad mundana. Los que no son míos, también llevan su carga, y es tan pesada y amarga por ser una cruz mundana, por extraviarse en cuidados ajenos, que además del peso de esa cruz, se les veda mi Cielo. Mi cruz es por cumplir Conmigo, con Dios, y hacer obras por Mí, por Dios, cumpliendo vuestro deber. Sed santos, amados Fistres y Josstro, que Yo, Dios, soy Santo y deseo me imitéis.
Fistres: “Te encomiendo a mis padres”.
+ Reza, reza mucho por ellos, y sé buena con quien te dio la vida. La oración todo lo puede. Y el rezo del rosario a Santa María, Reina de la familia, conmueve mi Corazón, el Corazón de Dios, que oyendo la súplica constante de su Madre, María Inmaculada, me mueve a compasión, y mi misericordia es abundante y la doy a quien me la pide por sí mismo o por los demás. Tened piedad y rezad. Pedidme y os doy.