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Revelaciones 22

Jueves, 2 de mayo de 1.996   Rezo…

* Bonita nena, mi Ian. ¡Mírame!, pero ahora te pido que me mires como María.

Yo fui una persona como tú, igual que tú, aparte del don que me reservó Dios, para no tener pecado alguno, pero viví en el mundo; trabajé en mis cosas y me agobié con los contratiempos, pero mi mirada no estaba en lo terreno, mi Corazón y mis ojos, estaban en el Cielo, y mi fe rendía obediencia a lo que Dios me daba cada día.

Fue dura mi vida, pero fui feliz de servir con mi obediencia a Dios, y, ahora me llamáis bendita, pero sufrí y luché; tú, y todos mis hijos, tenéis que luchar y sufrir con fe; no desesperéis.

Jesús murió, y a los ojos de los hombres, todo era desesperación, pero a pesar de la desesperación humana, la realidad divina es que Jesús había muerto para resucitar.

A veces, todo parece triste y negativo, pero dentro de un alma, puede haber resucitado Dios, sin saberlo los demás.

La fe es lo que te pido, Ian querida; Dios controla tu vida y la de los tuyos, no dudes, muchas cosas no se ven; Jesús había resucitado y no le veían, hasta que Dios así lo dispuso.

Todo, todo, ocurre según la voluntad de Dios; ¿o no?

Besos de tu Madrecita, la que también soy la Madre de Dios; ¿o no? (Y sonríe con mucha dulzura, y una suave sonrisa está bailando en sus labios y en sus ojos ¡Nos ama tanto!).

13:47 h.