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Revelaciones 21

Miércoles, 1 de mayo de 1.996   Rezo…      16:36 h.

Yo.- Amado Jesús, Dios mío. Ahora vienen de visita, Mercos, Josis y sus hijos: ¿Deseas decirles algo?

+ Claro que Dios desea hablaros, amados Mercos y Josis:

¡Un abrazo bien fuerte de Jesús, de Dios!

Estoy orgulloso de contaros como hijos predilectos; todos los hijos que intentáis complacerme, sois mis hijos preferidos, y os cuido y os mimo con todo mi amor, con el infinito amor de Dios. Son hermosas estas palabras ¿verdad? Pues más hermoso es saber que son ciertas y se cumplen y se cumplirán en vosotros, por vuestra fidelidad a Mí, al Cristo, que morí por ti, sí, por ti, Mercos, y por ti, Josis, y por cada uno de vuestros y mis hijos.

Deseo haceros saber que la niña que se murió en tus entrañas, amada y bonita Mercos, está aquí con Mamá, con Santa María, y Conmigo; y os quiere tanto, tanto, a todos, que me pide constantemente por vosotros. Y Yo, Dios, la complazco. Notaréis mi santa providencia, por sus súplicas y amor por vosotros. No quiere que lloréis. Ya que por el hecho de haber permitido su engendración, ha tenido paso y vida eterna en mi Cielo, en la gloria de Dios. Y aquí os espera a todos, muy contenta. Podéis ponerle un nombre y pedirle cuanto queráis; ella desea ayudaros para que, cuando muráis, vengáis con ella, y así os conoceréis y seréis felices ¡para siempre! Yo, Dios, os bendigo, y mi Madre os dice:

*Amados míos: ¡Mil besos! de vuestra Madre que tanto os amo. ¡Me hacéis tan feliz, estoy tan contenta con todos! Y a ti, Mercos, te digo: No te preocupes por nada mí niña; yo, María Virgen, velo por ti y los tuyos. Sonríe y sé feliz. No dudes, y sigue adelante con tu conciencia. Yo, tu Madre, te ayudaré en todo. ¿Me dejas que te ayude? Pues ponte en mis manos y bajo la providencia de Dios, y verás y comprobarás nuestro tan grande amor que sentimos por todos vosotros.

¡Besos de María, vuestra Madre…!