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Revelaciones 21

Miércoles, 4 de octubre de 1995… rezo… (14:59) a (15:09)

 

Yo.- Dios mío, creo que el trabajo es un buen medio para glorificarte y santificarnos, pero creo que antes, debemos formar nuestro carácter; es fundamental para hacer un buen trabajo. Cuando dicen que estuviste treinta años trabajando, yo creo que además, y ante todo, “formabas tu carácter” al lado de tus padres.

A mí me ha gustado analizarlo siempre todo, bien lo sabes, amor mío, pero no comprendo cómo me has elegido a mí para hablar. De verdad que no soy nada y he pecado tanto en mi vida, que soy consciente de lo vil y miserable que soy. Tampoco creo que mis hijos sean tan “santos” como para que Tú, Dios, esperes tanto de ellos.

Pero eso de que deseas utilizarnos, ya me gusta más, ya que demuestra la verdad, el que no somos nada y que Tú harás en nosotros tu voluntad. En este caso, quiero decirte que para obedecerte haremos lo imposible, pero que no te fíes de nosotros solos, ya que tenemos la certeza de que sin Ti, Dios nuestro, muy poco valemos.

Si sirve para algo, te diré que te amo y que toda esta familia está “colada” por Ti, Dios y Señor nuestro.

Si es para servir, cuenta con nosotros.