Saltar al contenido

Revelaciones 17

Miércoles, 24 de abril de 1.996   Rezo      10:06 h.

Yo.- Dios mío, mi Vida, mi Jesús, el Cristo, al que amo tanto. El jueves pasado, le comenté a mi amado esposo y a mi amada hija mayor, que la satisfacción que tengo de ser madre, es cuando veo que mis hijos piensan y razonan por sí solos. Eso, para mí, es lo mejor de ser madre. Y Fuerza, me dijo que por eso, Tú estás contento cuando libremente te amamos y lo demostramos.

+ Así es, hijos míos, cuando me amáis porque sí, eso es lo que me llena de gloria; cuando me obedecéis porque sí, eso me honra, y los ángeles son felices de mi felicidad.

Es cuando todo está en orden, el orden divino, el amor de las criaturas de Dios, al servicio de la humanidad, por el mismo amor a Mí; es cuando canta todo lo creado. Es cuando la armonía es un hecho, y gira el mundo ante mi presencia, con la verdad.

Es la maravillosa heroicidad de la lucha entre el bien y el mal, es la sublime realidad de que en verdad sois libres, ya que elegís la verdad, la verdad de corresponder a mi Amor, a Dios; es cuando sois perfectos, ya que libremente, vuestro cuerpo y mente, me rinden servicio, por usar en perfección de las potencias humanas.

Vuestra mente me ama, y vuestro cuerpo obedece a la mente, y me ama. Y con él me demostráis, con vuestros hechos, el amor que sentís. Y todo lo que sale de vosotros, es amor a Mí, y por Mí, a vosotros mismos y a los demás. Me dais todo, porque sí. Y es esto lo que me sirve, vuestro sí, porque sí. Y Yo, oh amados de Dios, me gozo porque, por vuestro porque sí, recibís mis gracias. Las gracias de Dios son aceptadas por vuestro sí, y por él las recibís y las podéis dar en servicio a Mí, a Dios, para vuestros semejantes. Y todo, todo es perfecto; es tal como tiene que ser, es la verdad.

Oh, amados, cuán felices sois y seréis. Usad libremente de vuestra libertad de darme el sí, porque sí.

10:28 h.

 

Rezo…      10:47 h.

Yo.- Amado Dios, Hodbra insiste a tu amor, por el amor que siente por su hermano, ayúdalo. Él confía en Ti, y por confiar en Ti, te insiste en que soluciones rápido los problemas de su hermano, y en especial, de su trabajo.

+ (Jesús sonríe. Está sentado en la barandilla de un puente de piedra, en un camino de un campo, y viste una túnica, y sonríe. ¡Dios sonríe complacido y tranquilo!, muy tranquilo, seguro de sí mismo).

Y es que soy Dios, amada Primavera, por eso estoy tranquilo y seguro, El mundo gira bajo mis ojos y mi santa Voluntad, y eso lo sabe mi amado hijo Hodbra, y, al saberlo, me pide, ya que es su fe quien me insiste; y a Mí, me agrada su insistencia, y estoy sentado esperándola. Debajo de aquí, donde me ves sentado, pasa un riachuelo, y el agua bendice la flora que vive en sus orillas. Lo mismo ocurre con vosotros, hijos míos. Quien vive en gracia, es como este riachuelo que, por su gracia, su agua, las flores e hierbas de sus bordes, florecen y viven por su gracia. Y Yo, Dios, te digo: por tu gracia, por la gracia de tu madre, por vuestras súplicas, Yo, Dios, le ayudo. Hodbra, tú y tu madre, deseo recéis una novena, a María Reina, Reina de la familia, y le pedís por Jensistu. Añadís a la novena el rezo de la siguiente oración:

 “Oh, Madre mía, Reina de la familia, Señora de bondad y Madre de Dios, confiando en ti, te pedimos que reines en nuestra familia, y por el poder que te concede Dios, nos soluciones todos los problemas que tenemos. Te amamos Madre nuestra, y en verdad te proclamamos Reina de esta tu familia”

Y Ella me pedirá, y Yo, Dios, le concederé. Así es.

11:02 h.

 

Rezo…      14:18 h.

Yo.- Oh, cariño mío, mi Dios, mi Jesús; me he dado cuenta hoy, que muchas veces que me he portado bien, ha sido por mi natural, no porque me dominara y lo hiciera por Ti. ¡Qué tonta!, ya que he visto que, cambiar mi natural en cosas que no soy tan buena, es imposible. Sólo me puedo portar bien en y con esas cosas, cuando, por amarte a Ti, Dios mío, me niego a mí misma, y aunque quisiera actuar a mi albedrío, no lo hago, me esfuerzo, domino mi tonto orgullo, y humillándome, te digo como te he dicho hoy: “Me aguanto por Ti, porque te amo más que a todo, incluso más que a mí misma”. Y ¿sabes?, luego he tenido muchísima paz, tanta que podría regalar un poco a quien quisiera. ¡Estoy muy contenta!

+ Y Yo, Dios, lo estoy contigo. Te has portado bien, Primavera; lo que Dios quiere, es vuestra bondad, a pesar de vuestro natural imperfecto.

Os amo así, cuando lucháis, cuando vencéis y estáis contentos. Luego, la paz que os doy, la compartís con vuestros semejantes. Vuestra gracia, la gracia que recibís al negaros a vosotros mismos, os hace portadores de ella a los demás; ¡así es como cambiará el mundo!, en que unos os vayáis negando a vosotros mismos, y por eso, Yo, Dios, os bendigo, y con mi santa bendición, además de hacer un mundo mejor, con las obras buenas de vuestra lucha contra el mal, me acercáis almas, me servís, y conmigo hacemos un mundo mejor.

¿No es maravilloso, vosotros con Dios?

Verdad que vale la pena vivir para darme a Mí, a Dios, vuestra lucha para ser buenos, y con ello hacéis buenos a los demás, por vuestra bondad, que viene por amarme.

Estos son los amoríos de Dios y sus fieles hijos.

El mundo cambiará por Mí, por Dios, por el amor con que me amáis y que os hace luchar. Os amo y os bendigo, hijos míos. Y María sonríe por vuestro amor a Mí. Es tan bonita, María. Oh María, María, cuán precioso fue tu Sí. Haced como la Virgen María, y dadme el sí. ¡Dadme vuestro sí, a Dios, a Mí!, y el mundo cambiará; lo haremos cambiar, vosotros junto conmigo, con Dios, con mi gran y poderoso amor, con el amor con que os amo, Yo, Dios.