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Revelaciones 16

Viernes, 19 de abril de 1.996   Rezo…      16:02 h.  

Yo.- Amado Dios, de parte de Tansidures, desea hacerte algunas preguntas:

Pregunta: “¿Seremos capaces de educar bien a nuestros hijos?”

+ Amados míos, por y con el sacramento del matrimonio tenéis la gracia que os ayuda a cumplir vuestros deberes de estado.

Y como que uno de los deberes del matrimonio, es la educación de los hijos, os digo Yo, Dios: Sois capaces, por mi gracia sacramental, de educar bien a vuestros hijos. 

Os bendigo, amados míos, y mi Madre Santísima os ayuda en todo lo que le pidáis. Y si lo pedís a través del Santo Rosario, os concederé Yo, Dios, lo que deseéis y sea un bien.

Amados míos, recordad siempre que Dios está con vosotros, y que os espero en el Cielo.

Vale la pena esforzarse. ¡Vale la pena! No miento, soy Dios, y os amo, y mi reino celestial es la dicha que doy a quien corresponda a mi amor.

¿Me correspondéis, Elisones y tú, Tansidures?; hacedlo, deseo veros y abrazaros en mi Cielo en vuestro Cielo; vuestro, porque sois los hombres mis herederos; no olvidéis que María os ama y, como Yo, os espera; venid, venid.

Si sufrís en esta vida, no temáis. Sufre tanto, quien me ama como quien me desprecia; el sufrimiento es incondicional, mas la gloria es sólo para aquel que ha sabido luchar.

¡Hay que luchar para ganar!, y el triunfo es la dicha sin fin, la eterna alegría.

Venid hijos míos, Yo, Jesús, el Cristo, os deseo a todos; es fácil vivir y caminar mi senda. Disponéis de mis sacramentos; por eso os los di, para haceros perseverantes en la lucha.

No importa las caídas, lo importante es la lucha y la humildad de saberos débiles e ineptos, y acudir al sacramento del arrepentimiento. Yo, Dios, con el perdón de vuestros pecados, os doy la fuerza de proseguir luchando.

Sois fuertes, si sois humildes y acudís a confesaros; oh amados, ¡amados de Dios!, solicitad el perdón, y os daré la gracia y, con ella, la felicidad de levantaros y sentiros felices de poder volver a empezar.

Yo.- Pregunta: “¿Cómo podríamos ayudar a Nin para que tuviera más ganas de aprender?”

Rezo…

+ Hijos míos, encended en él el deseo de la buena curiosidad. Comentarle el porqué de las cosas, ya sea cómo se forma una nube o por qué morí Yo, Dios, en la Cruz. Comentadle cosas cotidianas e interesaos por su opinión, y comparadla con la vuestra. Hacedle nacer en él, el deseo de saber, y empezad con cosas sencillas y que él tenga cercanas.

Yo.- Pregunta: “¿Se le puede curar el ojo a Riscal?, ¿y la hernia?, sin necesidad de operar”.

+ Sí. Yo, Dios, deseo curarte, amada mía, mi bonita Riscal. Tus niños te necesitan, y estás angustiada por tus males. Yo, Dios, te los quito. Bebe el agua de Lourdes, que mis instrumentos, Fuerza y Primavera, rezarán para que mis deseos, los deseos de Dios, se cumplan en ella, y al tú beberla, sanarás cuando acudas a confesar y a comulgar. Ay, Riscal mía, qué bonita eres, preciosa.

Pregunta: “¿Quién de los dos, Juan o Pedro, podría ser nuestro director espiritual?”

+ Los dos son amados y bendecidos por Dios. El primero que encontréis, ése podría ser.

Y os digo que, aunque tengáis un director espiritual, Yo, Dios, os juzgaré por vuestras obras a vosotros, uno a uno.

¡Os amo, hijos míos! Os amo tanto, que os deseo siempre conmigo; vivid en mi gracia. Vivid y viviréis siempre conmigo, incluso en la Eternidad. Os doy un beso para cada uno de los cuatro, y Mamá otro. ¡Quedad en y con mi paz, os la doy, amados de Dios!

 

Rezo…      16:45 h. 

Yo.- Amor, ¡mi gran amor! Oh, Jesús, mi Jesús. Tengo una pregunta de parte de Frenca:

Pregunta: “Mi Jesús, ¿qué vio San Juan al entrar en el sepulcro vacío, para que diga en el evangelio, que vio y creyó?”

+ Eso mismo es lo que vio, lo vio vacío; y al verlo vacío, su fe vio la luz: ¡Yo había resucitado, tal y como les dije! Mis palabras se apoyaban en los hechos: No estaba allí. Y al no estar allí, la fe de mi amadísimo Juan, le dio la luz: Cristo había resucitado. Cristo, Jesús, era Dios, ¡soy Dios!

 

Rezo…      17:44 h.

Yo.- Amado Dios, mañana viene Colesterol ¿Deseas decirle algo?

+ Deseo decirte, amado de Dios, que te amo, y es por mi amor, que te pido no sufras tanto por tus seres queridos; los tengo de mi mano y no voy a soltarlos. Todo se solucionará en poco tiempo, tú lo verás. Disfruta de la vida, de lo bonito y maravilloso que es servirme y, ver en los demás, a Jesús, a Mí. ¡Te amo mucho, hijo fidelísimo! No temas, repito, no temas. Todo lo que ocurre está bajo mis ojos.
   
17:47 h.