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Revelaciones 15

Domingo, 2 de Marzo de 1.997 Rezo… 20:44h. a 20:56h.

Yo.- Amado. ¡Mi amado! Estoy pensando en el parto de nuestro Ilusión. Hasta el último momento todo predecía que tendrían que hacerme la cesárea, y esto iba contra Tus palabras, incluso contra lo que me dijiste a través de Dol: “Tendrás un parto feliz”. No sabía qué pensar, por lo cual no pensaba nada: el doctor tenía ya planteado hacer cesárea. Me pusieron el gota a gota, y a los tres minutos sentí los primeros dolores, y con ellos se encajo el bebé: Todo dispuesto para un parto natural, aunque de nalgas: ¡Fue el parto más rápido y “feliz” que tuve! ¡Alabado seas, Dios bueno!

+ Me alaban los Ángeles y los santos, y tú y los tuyos con ellos.

Yo, soy un Dios que pruebo la fe y la paciencia, y la fortaleza. Y a ti, Primavera, hija bendita, te trato como a los demás, igual que a todos y como todos.
Tu docilidad, aun sin entender, está sujeta por la fe en que me amas.

Has visto que no miento, a pesar de que los hechos te hacían sospechar de ello. Y así actúo siempre, hijos míos, ya que deseo que lo que me deis sea sincero, y así os pruebo y lo compruebo, y os doy el premio a la fidelidad; a la fidelidad llevada sin la desesperación, con la conformidad en que todo es Providencial.

Y nació Ilusión, con salud, tal como te dije Yo, Dios.