Lunes, 25 de septiembre de 1995… rezo… (12:03) a (12:42)
Yo.- Padre mío, ¡te necesito! Cada vez que hablamos con mi amado hijo Bondad de algo, se enfada muchísimo y no quiere hacerlo. Su carácter fuerte choca con el mío y el de sus hermanas, e intenta desesperadamente humillarnos con su tono de voz y sus miradas. ¿Qué debo hacer?
+ Ámalo, Primavera mía, ámalo.
Si permito que tenga ese carácter tan fuerte, es porque precisará de él.
Él habla mucho conmigo, y Yo le doy mi gracia. Necesito que mi amado hijo Bondad sea como es. Yo Dios lo tengo todo previsto.
Yo.- Pero… no entiendo nada.
+ Tú, amada hija, Primavera, ama a tu amado hijo Bondad; Yo estoy con él. Que tus hijas, mis pequeñas Esperanza y Niña, le amen, y no perdáis la paz cuando habléis con él. Es joven, muy joven, pero fuerte, y su alma pura me la ha entregado. Yo haré de él según mis deseos, pero dejadle pensar. Y no os olvidéis de amarle. Vuestra clave debe ser, tiene que ser, el amor, mi amor.
Ten paz Primavera, que Yo estoy con todos vosotros, y soy Dios. Y se hará según mis deseos. Mi Madre está con vosotros, y Víctor y Ana, constantemente me recuerdan mi amor por toda su familia. No me olvido de que sois mis amados.
Bondad, hijo amado; Yo soy Dios, tu Dios, al que amas tanto; pero seme fiel, que Yo deseo lo mejor para el mundo. Yo, tu Dios, el Dios de Adán y Abraham y Moisés, espero de ti un apostolado veraz para todos tus hermanos que no me conocen. Yo deseo, la Santísima Trinidad desea, que seas pastor de ese incontable rebaño de almas que están sin Dios. Yo haré de ti un apóstol fuerte y sencillo, y el que te oirá a ti, me oirá a Mí. Deseo que te instruyas más en mi doctrina.
Mi amada hija Primavera, te ama tanto que daría la vida por ti. Tu deber es amarla y respetarla, como Yo hago con mi Madre. Y aprende de Mí, que no me importa rendirme a su voluntad, porque mi Madre es buena, pero la tuya, amado Bondad, también lo es. Ámala, porque éste es el deseo de Dios y es digna de tu amor.
Yo.- Eso, Dios mío, podría ser que me lo inventara yo, ya que me beneficia.
+ (- Se ríe) El bien siempre beneficia al mundo, Yo soy el Bien, y quien me ama y cumple mis Mandamientos, ése hace bien al mundo.
Amaos unos a los otros, y el mundo estará lleno de bien. Sedme fieles.