… rezo… (20:03) a (20:30)
Yo.- ¿Qué deseas decirme Dios mío, de los señores Lisario?
+ Ellos ya saben de estos Escritos, y los leen y les hacen un bien.
Yo.- ¿Qué deseas decirme Dios mío, de los señores Santq?
+ Primavera, hijita, acércate a mi hija Aliz, y tócala con tus manos. Más adelante, deseo unáis este matrimonio, pero aunque es mi deseo, el deseo de vuestro Dios, que tanto os ama, de momento hay que esperar, ya que hay un tiempo para cada cosa, y de momento, mi amado hijo Sus, no me da oportunidad para obrar mi santa Voluntad.
Y ya os he dicho que Yo, vuestro Dios que tanto os ama, no puedo actuar, mientras no haya humildad en mi hijo, hija, al que deseo, con todo mi corazón, reconciliarlo a Mí.
Pero su ángel lo cerca y busca y espera el momento oportuno para glorificarme y atraer esa alma a su Dios, al que pertenece.
Hay que continuar rezando y esperando. Ya os avisaré, oh mis fieles instrumentos, y luego actuaréis y se verá la gloria de Dios en los resultados, que serán rápidos, ya que actuaréis en el momento adecuado, justo cuando esa alma a la que deseo rendir a Mí, esté más dispuesta.
De momento, Primavera, la paz y el amor de Dios, mío, que le transmitirás a su esposa Aliz, mi amada y buena niña, irán preparando el terreno para la sumisión justa de mi amado hijo Sus, a Mí. Ve, Primavera, con la excusa de saludar a mi amada hija Aliz, y de paso, tus manos, mis humanos instrumentos, toquen a esas hijas mías que tanto quiero, y actúe en ellas mi paz, el amor en potencia de su Dios, Yo, que tanto las amo.
Lo demás se cumplirá a su tiempo, en el tiempo justo.
Yo.- Mi amado, como ya sabes, tenemos muchos problemas en tu película; ¿qué dices a ello?
+ (- Sonríe feliz) Todo lo que os ocurre es por mi Voluntad. No os preocupéis, y seguid con el guión que ha escrito Esperanza. (Yo.- Se ríe Dios)
Aprended a ser perseverantes, no por ser mi película, deseo de Dios, no vais a tener percances y problemas humanos.
Aunque es de voluntad divina, debéis usar medios humanos: la constancia, la paciencia, el discernimiento, y no olvidéis de vivir y actuar con mi paz, con la paz de trabajar por Dios, por sus deseos y para dar gloria a Mí de los hombres.