Jueves, 21 de septiembre de 1995 (10:38) a (10:50)
Yo.- (He rezado el santo rosario y la oración de la luz)
(Le doy vueltas a mi cabeza y no quiero que sea invención mía todo lo que escribo y por otra parte pienso, que si es verdad, no soy digna de que Dios hable conmigo y a través de mí. Dios, ese Dios que creó el mundo, el universo entero, y yo que soy una pequeñita cosa en todo lo creado y la más indigna y pecadora. ¿Qué puedo pensar de todo ello? Me asusta. Es tan grandioso y sublime, que me siento tan poquita cosa y tan indigna. ¿Cómo ha podido ocurrir? Y sin embargo, tengo varias pistas para creer que es verdad; porque Él me lo dice y porque no recuerdo nada de lo que he escrito. Cuando escribo una carta a mi amada amiga del alma Lix, puedo recordar mis palabras, pero con lo que escribo de parte de Dios, no recuerdo nada y muchas veces no entiendo lo que escribo, y otras, yo no lo diría; por ejemplo, con lo que he apuntado para Lix, de parte de Dios. Yo no podría haberle dicho nunca que olvidara lo pasado, y con ese tono, menos.
Espero con afán lo que me dirá el amado sacerdote Xifón, y temo que me diga que todo es imaginación mía, ya que si me lo dice, debo estar completamente loca y ser una criatura malvada.
Rezo a mi amado ángel para que me guarde, y a Mamá, que me proteja, y a Dios, que tenga compasión de esa pobre pecadora que soy yo.)