Saltar al contenido

Revelaciones 65

… rezo… (18:20) (18:44)

 

+ Amados míos. Hoy día se ha puesto de moda el espiritismo, y eso es muy peligroso, ya que es el mal en acción, a través de los hombres.

Id con mucho cuidado y no lo practiquéis jamás.

Esa sed de saber el futuro, esa sed de dominar, os llevará a la perdición y estaréis en manos de Satán.

Lo importante es el presente.

Mientras pensáis en el futuro o en el pasado, no vivís el presente, y el presente es vuestro futuro, y será, será vuestro pasado.

¡Vivid con felicidad!, oh, amados míos. Y, ¿qué da la felicidad? La felicidad la da servirme a Mí, a Dios, glorificándome.

Y, ¿cómo se glorifica a Dios? (Sonríe) ¡Amándome!

Y, ¿cómo se ama a Dios? Obedeciéndome.

Y, ¿cómo se obedece a Dios? Cumpliendo mis mandamientos, ¡todos!, y los de mi Santa y Única Iglesia, ¡la Católica!

Y si lo hacéis así, no temeréis al futuro, ni el dolor del pasado os dañará el alma, ya que os habréis confesado de vuestros errores y pecados.

¡Seréis libres y felices, viviendo el presente sirviéndome por amor!

Amados hijos de Dios, cuando uno crea o sepa que otra u otras personas utilizan contra uno, nefastos procedimientos demoníacos, paranormales, psicológicos, en contra de uno, debe decir esta oración.

Puesto de rodillas y utilizando agua bendita, se signa y dice:

“Yo, hijo de Dios, por el amor y misericordia de mi Padre Celestial, acudo humildemente a Él, para que con su santo poder, interrumpa y finiquite la influencia demoníaca que otros piden a Satán o a los malos espíritus, para rendir mi cuerpo o mi espíritu al mal. Amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo, y es por mi amor a su amor, que solicito y pido su santa protección. Amén, amén, amén”.

Y Yo, Dios, afirmo, que por el rezo sincero, y de una sola vez, finiquitará, al momento, la influencia del mal. ¡Lo sello!

Hijos míos, vivís en un mundo de constante peligro.

Satán, furioso, actúa a través de hijos míos que, en vez de amar y creer en Mí y en mi todopoderoso poder, se venden a la mentira, por no desear cumplir mis mandatos, los mandatos de Dios, que dan la felicidad terrena y Eterna.

Compran con su ceguera, la mentira, y Satán venda la luz de su alma.

¡Hijos míos, sois libres!

Utilizad bien de vuestra libertad, que Yo, Dios, os di.