Saltar al contenido

Revelaciones 65

Miércoles, 20 de Marzo de 1996… Rezo… (10:10 h. mañana) a (10:29 h. mañana).

Yo.- Ay, Amor y Dios mío: ¡Cuánto te amo! ¿Deseas que hagamos algo especial hoy?

+ Amados Lluvia: os pido tengáis calma, no os dejéis llevar por vuestro nerviosismo humano, tened visión sobrenatural de todas las cosas o acontecimientos.

¡Volad como águilas!

Fuerza, reza la oración “por orden…” y la de “que…” por todas las personas que estés en contacto.

Hacedlo todos, y no os olvidéis del “Gloria…” y “todo por…”; hay que rezar para que Yo, Dios, os aparte a Satán de vuestros caminos.

La oración lo puede todo, hijos míos.

Utilizad esa estampa que os doy, para vencer al Maligno. Yo, Dios, lo puedo hacer: Pedídmelo; estoy esperando oíros.

No os quejéis de nada ni de nadie.

Rezad.

Usad de vuestras armas espirituales para ganar al diablo. Él es un espíritu, y debéis luchar con vuestro espíritu.

Acogeos a santa María; Ella espera oír de vuestro corazón, una súplica a su amor, y san José, su esposo y el padre que amó y cuidó al Dios niño; está anheloso de oír que necesitáis su ayuda, él ayudó a Dios, a Mí, y, por Mí, os ayudará a vosotros.

Amad al casto José, al humilde José.

Dios, Yo, le amé tanto, tanto, que le amo tanto, tanto.

¡No estáis solos! El Cielo y la tierra siempre están en conexión.

Yo.- Dios bueno y fiel. Edón te pregunta por su amigo Ops y su hija Yenosy; ¿si quieres decirles algo?

+ ¿Cuánto hace, amado hijo Ops que no te abrazo?

¿Por qué no vienes a comulgar?

Es que no puedes ir a comulgar, por vivir en pecado.

Las cosas no te salen bien porque has dejado mi gracia.

¿Cómo puedo ayudarte, si no acudes a mi camino?

Aunque Yo quiero ayudarte, ¡No puedo!

¡Me atas las manos, por tu abandono!

¡Ven a Mí!

Yo, soy Dios, el que más te ama en el mundo, el que nunca te decepciona.

Regresa a tu esposa; Yo, Dios, os bendije con mi santo sacramento.

No mires la felicidad por el placer físico, amado hijo mío, mi buen Ops.

Tu esposa te ama, pero lo habéis liado tanto, que ya no sabéis discernir.

Vuestro orgullo os domina.

Ya no os acordáis de vuestro amor, el amor tan dichoso que os salía por los ojos.

Y el sufrir por vuestra hija.

¡Discutisteis demasiado!

¡Os criticasteis en exceso!

Erais jóvenes.

No te olvides, hijo mío, de la esposa de tu juventud.

No os acogisteis a Dios, a Mí, en vuestros problemas.

Y sin mi gracia, perdisteis el amor.

Vuestra hija, mi amada Yenosy está en manos de la visión de conductas erróneas por vuestra parte.

Amado Ops, Yo, Dios, tengo la clave de la verdadera y duradera felicidad, para ti, tu amada hija y tu esposa. Os amo a los tres, hijos míos.

Reconciliaos conmigo, andad con mi gracia, y vuestro caos será un oasis de amor, paz y felicidad.

Eres libre, amado hijo de Dios, mi buen Ops. Medita mi voz y escucha a tu conciencia.

No vive el hombre sólo del placer.

Y no hay mayor placer para el hombre, que perdonar.

¿Sabes perdonar, amado Ops?

Yo, Dios, perdono siempre y os espero siempre.

Perdona a tu esposa y perdónate a ti mismo.

Yo, Dios, os perdono, pero os pido a vuestra libertad, que libremente andéis en mi camino.

¡Nadie es perfecto!

¡Ni tú, hijo mío!, ni tú. (Veo como sonríe dulcemente).

 

Rezo… (11:14 h. mañana).

Yo.- Al Amado. Soles-Des te dice: Jesús mío, me da vergüenza preguntarte esto pero sé, lo siento en mi corazón, que todo de tus hijos te interesa, y sabes que debo dejar de fumar- según los médicos- quizá pudiera hacerlo solo, pero quiero hacerlo junto a Ti; dame razones y échame una manita, si quieres. Así podré cantar con mi antigua voz.

+ Acércate, amado hijo, que te susurraré mis amoríos contigo, mi amado y fiel Soles-Des.

Soy como tu madre, pero soy aún más dulce que ella.

¡No necesitas fumar!

Necesitas amarme más.

Abandónate a la verdad, de que todo cuanto acontece, amado mío, es providencial.

Ya sé que lo sabes, pero deseo lo reconozcas con todas las potencias de tu ser.

Si fumas, es porque en el fondo, amado hijo Soles-Des, no estás seguro de dominar la situación.

Y te diré: No la dominarás jamás.

Sólo Yo, Dios, puedo y hago mi santo deseo.

Esa tensión que tienes por controlarlo todo, es inútil, jamás lo harás.

Y aunque creas algunas veces, cuando te salen las cosas como tú deseas, que lo has controlado, es falso,
he sido Yo, Dios, como siempre, que lo he controlado todo desde lo alto.

Eso te da la certeza de que estás perjudicando tu salud, sin ningún beneficio.

Neciamente, tu cuerpo piensa que, con un cigarrillo, controlarás el desosiego de ti mismo.

Y Yo, Dios, te pregunto: ¿Por qué esta ansiedad? Si no puedes quitar ni añadir un solo cabello de tu cabeza.

Puedes dejar de fumar, hijo mío, mi Soles-Des, puedes, porque el tabaco no es como el alimento, el tabaco no lo necesitas para vivir: Me tienes a Mí, a Dios, y por estar tú, amado hijo mío, en gracia, yo te cojo la mano y te agarro, y tu corazón y el mío, laten al compás del amor de Dios, del amor de criatura y creador.
Volverás a cantar, en menos de seis meses.

Cuando desees fumar, rezas esta oración:

“¿Para qué, si Dios dirige el mundo?”.

Y Yo, Dios, te ayudaré con mi amor a tu fe.

Lo puedo hacer y lo haré.

¡Un abrazo, amado hijo de Dios!

¡Cuídate!

¡Te necesito!

Oyes, hijo mío, tu Dios te necesita a ti.

Y el mundo te necesita.

Rezo…

Yo.- Amor mío. Te dice Soles-Des: No sé si es bueno, pero me gusta preguntarte, porque me dices que me quieres. Y esto me hace mejor y creo que me ayuda a quererte más. Sin embargo, estoy dispuesto a no hacerlo, si Tú no lo deseas. Dímelo y me quedaré más tranquilo. ¡Te amo, Jesús!

+ Y Yo, Jesús, te amo, ¡te amo!, ¡¡te amo!! Hemos sellado con nuestra verdad, la filiación divina. Yo, Tu Dios, tu Padre, te amo, te amo tanto, oh, tanto y tanto, que si vieras en verdad todo el raudal de mi santo, maravilloso e infinito amor, la locura dominaría tu mente y tu corazón, y morirías, por no controlar el raudal espiritual de mi gran y enorme potencia.

Fíjate, amadísimo Soles-Des, si todo el universo gira y se mueve por mi Santa Potencia, te asustaría, pues, ver y sentir mi amor.

Por eso, hasta que la muerte no llegue a ti, amado Soles-Des, y estés en mi Cielo, no lo puedes sentir totalmente. Y es que soy Imán y Fuego, Belleza y Música. Soy un Dios Perfecto, Infinito.

Os pensáis, hijos míos, que el Purgatorio es un castigo, pero es que los hijos que no sienten amor a Mí, a Dios, en vida, necesitan de un tiempo de preparación para poder disfrutar y saborear de mi amor.

Mi amor es tan estruendoso, tan acaparador, que necesita del vuestro para ir perfeccionándoos, y así poder Yo, Dios, daros, enseñaros mi amor.

Amado Soles-Des, te amo.

No me cansaría jamás de decírtelo, y tú no te cansarías de oírlo, ya que mi voz te hechiza, por ser la voz del mismo Amor.

Si Yo, Dios, os hablara de mi amor, desearíais la muerte para poder disfrutarlo y saborearlo.

Pero ahora necesito que, por mi amor, améis a vuestros semejantes, y estos, por vuestro amor, me amen.

Amado Soles-Des, vida mía, pregunta cuanto quieras a tu Dios.

Yo deseo darte a conocer mi amor, y es que está demasiado oculto, que Dios os ama.

¡Sí! ¡Os amo! Os amo a todos, hijos míos, y todo de vosotros me interesa, ya que mi amor, el amor de vuestro Dios, es total, íntegro.

Y bendigo a mi instrumento, a ti, Primavera, ya que a través de ti, contesto a todo aquel que desea saber de mi amor.

Me di en la Cruz, por amor, y me doy en estos Escritos, por amor. Todo lo que hago, todo lo que hace Dios, es sólo por amor. ¡Os amo! Te amo, Soles-Des, mío.

No me dejes, no dejes jamás al que te ama de verdad, en todo tiempo, situación y lugar.

¡Te amo, hijo mío!, de Dios.

Rezo… (15:49 h. tarde).

Yo.- Dios mío. De parte de Soles-Des: Te pido, Jesús mío, por tu querido hijo sacerdote, Don Fix, que desde el accidente de coche, en que se quedó tetrapléjico, te sirve desde una silla de ruedas, ¿No te sería más útil con salud corporal? Si quieres, cúralo.

+ Quiero, quiero, quiero.

Yo, Dios, quiero tantas cosas, amados míos. Quiero vuestra salud de cuerpo y vuestra salud mental y vuestra salud espiritual.

Deseo Yo, Dios, Dios Uno y Trino, Dios Todopoderoso, que me pidáis os devuelva la salud, cualquier clase de salud.

Puedo hacerlo y lo hago, a través de mis amados instrumentos, Fuerza y Primavera. Que ellos preparen agua de Lourdes, un litro de ella, la toque Primavera y recen, los dos, las oraciones que les di. Y beba mi amado hijo Fix, cada día, un centímetro cúbico, a la hora del Ángelus, antes de rezarlo. Que lo haga así, hasta que se acabe toda el agua. Paulatinamente irá descubriendo en sí, mi santo milagro. Yo, Dios, te lo concedo, amado mío, no sólo por ti, sino por los demás, que al ver mi santo milagro, crean en Mí, en Dios, en que si morí en la cruz, también es cierto que resucité y vine al mundo de los vivos, y, aunque ahora mi Casa es el cielo, por ser Dios, estoy en todo lugar si quiero, y si quiero, uso de vasijas de barro para utilizarlos de instrumentos y, a través de ellos, daros a conocer todo el gran amor que os tengo.

Hijo mío, Fix, bebe, para dar a conocer al mundo, mi milagro. No olvides que mi amado hijo Soles-Des, pidió por ti.

Por su amor, por tu amor, por mi amor, ¡que se cumpla la voluntad de Dios!

Acude a confesar y a comulgar. Ya sé que lo haces, pero Yo, Dios, a todos mis hijos, les pido lo mismo; soy justo, y mi justicia, pide a mi voz, hable a todos, con verdad, igualdad y con el mismo amor.

Os amo, no temáis.

Confiad en Mí, en el autor de toda vida, y en el amo y señor de la muerte. Todo lo controlo, a pesar de vuestra libertad, que me pone a veces obstáculos, pero Yo, Dios, siempre avanzo. Ando mi propio camino.

Y ¿cuál es el camino de vuestro Dios de amor? Demostraros de continuo, que os amo.

¡Os amo tanto, hijos míos! Tanto, tanto os ama vuestro Dios, infinitamente.

Lee mis Escritos, amado Fix, y verás que no miento, cuando os digo que os amo.

Rezo… 

Yo.- Dios Maravilloso. De parte de Soles-Des: Pide por su madre, que está muy deprimida.

+ Alegra tu corazón, bonita mía.

Anda, no veas las cosas tan oscuras.

¿No ves que el sol brilla para justos e injustos?

Pues, tú eres el sol de tu casa.

Tus hijos te necesitan, ¡brilla para ellos!, te necesitan.

Y Yo, Dios, también te necesito; bebe el agua de Lourdes que mis instrumentos te harán llegar, te confiesas ante un sacerdote, y te apresuras a venir a comulgar.

Deseo alegrarte el corazón; puedo hacerlo, ¡soy Dios!

Si acudes a Mí, Yo haré de ti, el sol de tu familia, e igual que él, serás deseada.

Todos te amarán, por el amor y la paz que les transmitirás.

Sé buena. Y ven… ven… ven. Soy Jesús.

Yo.- Dios Amor. Te pide Grinan: ¿Qué debe hacer para que salga su papá, lo más pronto posible, del Purgatorio?

+ Asiste cada día que puedas, a la celebración de la santa Misa, y participas de ella yendo a comulgar, si no estás en pecado mortal.

Y me ofreces el sacrificio de Ella, para que Yo, Dios, tenga misericordia de tu padre.

Él ya está muy contento contigo por el rumbo de tu camino, que andas de la mano de tu esposo, y espera gozoso tus oraciones para él.

Reza siempre que puedas, la siguiente oración:

“Dios, Dios misericordioso, te pido por el alma de mi padre, para que pueda estar pronto, muy pronto, en tu gloria. Te lo pido por tu amor, Dios mío, y pido a santa María, interceda por mi deseo. Amén, amén, amén”

Y, Yo, Dios, Dios Uno y Trino, te digo, amada Grinan que me apresuraré a derramar mi justa misericordia.

Bonita mía, ten fe, soy Dios.

Y te pido y todo lo puedo.

Tendrás hijos, no dudes, y no pienses tanto en ello.

La obsesión neutraliza el buen funcionamiento de todas las formas humanas.

Te di mi paz, no la permitas marchar.

Las horas y los días son largos, más la vida es breve, hija mía.

Ten fe y esperanza.

Yo, Dios, os pruebo, pero jamás os abandono.

Te doy un beso.

Dios te besa, amada y buena Grinan.

Rezo…

Yo.- Dios mío. Te pide Grinan: si quieres ayudar a su primo Soulmer, que está muy preocupado porque no tiene trabajo.

+ Yo, Dios, deseo ayudarlo, pero mi Providencia pide que cumpláis con vuestro deber de hijos de Dios, míos.

Confesad vuestros pecados, comulgad y preocupaos de cumplir con mis mandamientos y los de mi Santa y Única Iglesia, Católica.

Y os cuidaré como a los lirios del campo, tened fe.

¡No me abandonéis, y así no os sentiréis jamás abandonados!

Rezo…

Yo.- Amado mío, te pide Grinan, por su madre de 85 años, para convertirla, ya que siente rechazo por los sacerdotes y la Iglesia.

+ El ejemplo, hijo mío.

El ejemplo tuyo, el de mi bonita Grinan, y vuestro amor.

Cuando venga tu padre, eso la llevará a Mí.

Puede leer mis Escritos.

Y os pido, a Grinan y a ti, amado Frinon, que demostréis vuestro amor, y la felicidad que os da, amar a Dios.

Y que Yo, os ame tanto.

No os critiquéis mutuamente.

El amor es paciente, benigno, es dulce, lo comprende todo, lo disculpa todo.

Quiere lo mejor para el otro.

El amor se hace, se hace de renuncias mutuas.

Antes de hablar, contad hasta 10.

Estáis mal acostumbrados; habéis sufrido mucho, y vuestros sufrimientos, os puso histéricos, y os habéis acostumbrado a no respetaros.

¿Qué van a pensar vuestros hijos, de vosotros?

Debéis empezar de nuevo.

Y si conviene, volvéis a empezar.

Es la lucha lo que valoro Yo, Dios, como premio para la Eternidad Celestial.

Tenéis mi gracia, por estar en gracia.

Podéis conseguir lo que, buena y lícitamente, os propongáis.

Oh, amados, Grinan y Frinon, Yo, Dios, os amo tanto, tanto.

Rezo…

Yo.- Amado Dios. Te pregunta Olymotu, si puede serte útil en algo.

+ (Sonríe. Dios sonríe). Me agrada esta pregunta, hijo mío.

Y te digo:

Desde el momento de que vives en gracia, me sirves.

Eres parte de mi Iglesia viva.

Y te pido que tu esposa, Olymotu, sea para ti, lo mejor.

Ayúdala a amarte.

Ayúdala a servirme.

Tú, como esposo, debes dar ejemplo.

Ella debe obedecerte, pero tú, amado Olymotu, debes mandar lo mejor, y dar ejemplo viviente de Mí, de Cristo.

Yo, Dios, el Cristo, doy ejemplo a mi Esposa, y le pido me obedezca, por Yo, Dios, obedecer a Dios Padre.

Sed semejantes a Mí, por mi amor.

Rezo…

Yo.- Amado mío, de parte de Luid, que le duele mucho la espalda. ¿Qué le pasa?

+ Te lo digo, hija mía, estás nerviosa, y los nervios se te ponen en el lugar más delicado de tu cuerpo.

No sufras, no tengas temor, Yo, Dios, estoy contigo, y no te soltaré de mi mano. Ten fe, ten paciencia. Vives y vivirás. Tu Dios te ama de verdad. Deja pasar el tiempo de primavera. No temas, hija mía, ¡no tengas miedo!