Martes, 19 de Marzo de 1.996… Rezo… (10:23 h).
Yo.- ¡Amado mío! ¡Mi amor! Sólo quiero pensar en Ti y vivir para Ti.
¿Tú crees que podrías hacer algo al respecto de mi humildad? La verdad, creo que podrías darme una temporada de descanso. Sé que no soy lo suficiente humilde, pero es tan duro hacerse humilde. Las situaciones límite que permites, me ponen muy triste, y lloro.
Ay, mira por donde, Dios mío, hoy, en mis oraciones de la mañana, sólo te he dado las gracias por lo que me das y tengo, y había decidido no pedirte nada hoy, y fíjate, lo primero que hago es pedirte: No tengo memoria o no tengo palabra. Perdóname, Dios amado… perdóname.
+ Hijita mía, te lo perdono todo.
Mi amor por ti, te lo perdona todo.
Y fíjate hoy, Yo, Dios, deseaba me pidieras algo para poder concedértelo; es tu santo, y san José, ya muy de mañana, ha venido ante Mí y me ha pedido por ti, y tu ángel lo ha acompañado; y Yo, Dios Trino y Uno, los he escuchado, y Mamá lleva días pidiéndome de rodillas por ti, mi niña.
No, aún no eres lo suficiente humilde que Yo, Dios, deseo, pero tienes toda tu vida para ir intentándolo; ve, hija mía, perfeccionándote, en el dolor de saberte una vasija de barro, que puede romperse en menos de nada, si Yo, Dios, no me ocupara de ti, mi niña. Sé buena.
¡Canta!
Deseo te alegres de llevar tu cruz, ¡canta!
Te amo, Primavera, tu Dios te ama.
Ten fe.
Todo lo que os ocurre es por mi voluntad, y está bajo mi todopoderoso control.
No sufráis, os pruebo para comprobar si vuestro sí es de verdad.
Y veo que me amáis a pesar de vuestras imperfecciones; y es ese el amor que Yo, Dios, quiero.
Que nadie crea que su amor es verdadero, si va unido a su total perfección, ya que nadie es totalmente perfecto.
Y si pensáis en ser primero perfectos, para así poder amarme, jamás me amaréis.
Debéis amarme con vuestras imperfecciones, vuestras caídas y vuestras superaciones.
Amadme, hijos míos, primero y ante todo, porque Yo, Dios, os amo.
Y eso es lo importante, lo más importante, que vuestro Dios Creador, os ama.
¡Os amo! ¡Os amo! ¡Os amo!
Rezo…
Yo.- Amado Dios, Fuerza te pregunta si puede entregar tus Escritos a X, y si continúa dándoselos al Sr. X.
+ Hijo mío, deseo Yo, Dios, se los des a mi hijo X, y continua dándoselos al Sr. X.; mas, a mi hija X, deseo esperes unos meses.
Sé por qué te lo pido, amado y fiel apóstol.
Y no sufras por nada, alza tu corazón, que el mío está en ti, y te lleno con mi amor.
Te amo mucho, hijo mío.
Eres mi predilecto.
Pero Satán tiene su poder, y os cerca y os hace sufrir para que me dejéis.
Los dolores de esta vida, son páginas fáciles de pasar.
Es preferible sufrir aquí, que no en toda o parte de la Eternidad.
Sí, sé que sufres, pero te conviene, os conviene.
Por eso permito que Satán intervenga en vuestro destino.
Pero tienes mi Santa Palabra, la Palabra de Dios, que es verdadera, que no permitiré os destruya.
¡Sois míos, de Dios, del Dios, Uno y Trino!
Vosotros acudid a Mí.
Acudid a nuestra Madre y perseverad en el tiempo de la prueba.
¡Perseverad!
Y os daré la recompensa terrenal y celestial.
Me fundo en un abrazo contigo, hijo mío, mi Fuerza. Y este abrazo te devuelve la paz.
¡Lucha y vencerás!
Obedece todas mis órdenes, y verás mi santa Providencia en tu vida.
No sufras por tu padre, mis arcángeles lo cuidan, y el lazo del Maligno no le envolverá.
¡Queda con mi paz!
¡Os amo a todos, familia Lluvia-Dicha!
¡Luchad!
Luchad por obedecer a Dios, a Mí.
Y aunque, por obedecerme, las cosas parezca que no os salen bien, ¡es falso!
Todo lo controlo, e incluso el malvado, me sirve.
Cuando pase el tiempo y lo meditéis, os cercioraréis de mi amor y mi protección; y vuestro dolor de ahora, será alegría.
Meditad vuestro pasado y os daréis cuenta de que jamás os he fallado, mientras vivíais en gracia.
Es decir, mientras obedecíais con libertad, por amor, a Dios.
Meditad y confortaos el corazón.
Y aunque no escuchara vuestra oraciones, vuestra fiel y amorosa abogada, mi santa Madre, María, no deja de suplicarme de rodillas por sus amadísimos hijos, los Lluvia.
Tened fe.
Yo, Dios, de vosotros no me olvido.
¿Quién puede olvidar a los instrumentos que utiliza para su labor de artista?
Pues, si los hombres no lo hacéis, menos lo hago Yo, Dios.
Y a ti te digo, Primavera bonita, que tus padres no tardarán en llorar por sus desvíos. Si no los ves, no sufras, reza por ellos.
¡Estáis solos, humanamente!
¡Solos!
Sin padres ni hermanos, y con pocos amigos, pero estáis conmigo; y por obedecerme, sufrís infortunios económicos, por ser Satán quien ha manipulado negativamente los trabajos de Fuerza.
¡No me perdáis la fe!
Yo os salvaré.
No os quejéis ante nadie.
Y decid siempre que: “Tenemos lo que Dios desea”.
Tanto da que sea la pobreza como la opulencia, todo lo que os ocurre, está bajo los ojos de mi Providencia. Así lo afirmo Yo, Dios, y lo sello con mi sello.
Y así mismo os digo, aguantad.
Sed fieles.
Satán no puede vencerme.
Acude, amada Primavera, al retiro de los De Belén. Te irá muy bien; y vé a confesar, derramaré mis gracias contigo.
Id hoy a asistir todos a mi santa Misa. Es el deseo de Mamá, de María, que se honre a su amado esposo, el Patriarca san José. Y si es su deseo, Yo, Dios, lo acepto y os lo pido, por Ella que tanto os ama, y por mi padre, el Patriarca José, que tanto bien hizo a la humanidad: cuidó de Dios.
Yo, era niño, y él se ocupó de Mí, ¡de Dios!, y de Mamá.
Por su libre sí, sirvió a la humanidad.
Que la humanidad le honre y acuda a Mí en la santa Misa para darme gracias por él; por el bendito san José, el que vio primero a Dios, a Dios Hijo: Quien me besó primero, quien me lloró primero; el que me amó, el que me cubrió el cuerpo desnudo, con su trabajo, el que cubrió la honra de mi santa y virginal Madre, con su virilidad de ser fiel a algo superior, a Dios, a Mí. Y Yo, Dios, Dios Uno y Trino, lo amo, lo amo con delirio, por ser el primer hombre bueno que me amó y me lo demostró con sus obras. Trabajó humildemente para dar de comer a Dios. Este fue José. Amadlo, honradlo, por sí mismo y porque Yo, Dios, y santa María, os lo pedimos.
Rezo… (6:10 h. tarde).
Yo.- ¡Dios mío! No quiero que Mamá esté de rodillas por nosotros. No lo permitas, Dios amado. Álzala, por favor.
+ Amada mía, tu amor es tan precioso; tu amor es bonito y me seduce, seduce al Dios vivo.
* Queda tranquila, bonita mía. Me alzo, pero sigo pidiendo a Dios; y ahora con más afán, por todos vosotros.
Yo, María, pido, y Jesús, Dios, me lo concede. Porque pido con amor de Madre, amor que ningún hijo desoye.
Os amo, niña mía, mi bebé, mi Primavera.
Mi esposo san José y yo, María, formamos tu nombre y somos los intercesores de ti a Dios, por tu nombre, tu bondad y tu amor.
Eres muy linda, corazón.
Yo.- Y Tú, Mamá, eres muy cariñosa, y te quiero muchísimo.
* Yo, a ti también, hijita mía. Te amo, como a cada uno de mis hijos.
Hijos míos, pedidme, que soy vuestra Madre y soy la Madre de Dios.
Y os uno, con mi amor de Madre, a la Divinidad de un Dios de amor.
Un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Yo.- ¿Deseas decirme algo, Dios amado?
+ Sí, lo deseo. Deseo continuéis dando mis santos Escritos al amado Padre Rebat, y deseo acudáis a asistir a mi santa Misa con él. Esa es la voluntad de Dios, mi santa voluntad.
¡Dádselos en cuanto podáis! Hay hijos míos que los leen, a través de él, y les hace mucho bien a ellos y a la Iglesia, a mi amada Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
¡Uníos al Santo Padre, sacerdotes míos y obispos míos!
Uníos, que juntos, cambiaremos el mundo.
Nuestra luz, la luz de Dios, que vive en los hombres que están en gracia y me sirven, encenderá un maravilloso romance entre las almas y el Dios Celestial, el Dios que os redimí, por mi amor a vuestro amor.
Rezo…
Yo.- Amado Dios. Ids, te pregunta, amor mío, si puede darle tus Escritos a su hermana Calins, y si deseas decir algo para ella.
+ Ay, bonita Calins, luz de tu casa; antorcha que alumbras con tu amor y abnegación a los tuyos. Yo, Dios, te bendigo, y con mi Santa Bendición te doy los frutos de mi Espíritu. Eres buena, dulce, paciente y cariñosa, eres una rosa rosa, por el amor hermoso que contiene y embarga tu alma. Andas mi camino, y tu andar me place, place al Dios Cristo, que tanto amas. Lee mis santos Escritos y no los escondas, dalos a leer. Mis palabras hacen bien a las almas, y a ti, amada Calins, te encenderán de amor a Mí, y tus ansias de apostolado darán fruto; muchas almas se reconciliarán a Mí, por el amor que descubren de su Dios, a través de mis Escritos, y Yo, Dios, te recompensaré, amada mía. Gózate en mi presencia en el Sagrario, te amo, niña buena. No llores. Soy Dios, y te llevo prendida de mi corazón.
Yo.- Amor y Dios. Te pide Ventull, si puede dar tus Escritos a la señora Hos, y si deseas decirle algo.
Rezo…
+ Bonita hija de María, mi niña, Ventull; el sol brilla en tus ojos, porque en ellos se ve tu alma. ¡Cuídate más! Lee mis Escritos, y si deseas pedirme algo, hazlo. Estoy esperando ayudarte, amada mía. Soy Dios, el Dios de tu Iglesia Católica, el Dios que viví en las entrañas purísimas de María, ¡el mismo!
Yo.- Amado, te pide Edón por la Sra. Frew, por si deseas decirle algo y si puede darle tus Escritos.
+ ¡Dáselos rápido, los necesita! ¿Verdad, hijita mía? Mi buena Frew, mis Escritos te reconfortarán y harán desaparecer algunas de tus dudas. No dudes, amadísima Frew, de que Yo, tu Dios, te quiero; eres amada por la Divina Trinidad, pagué mi rescate contigo, muriendo en la Cruz.
Lee mis Escritos y sé feliz en la tierra que tu Dios te da, con las circunstancias que tengas.
Si estás en gracia, todo es providencial, no lo dudes hijita mía.
¡No lo dudes jamás!
Como jamás dudes de que Yo, Dios, te amo de verdad, respetando siempre tu libertad.
Rezo…
Yo- Dios mío, Edón te pregunta por la Sra. Dugatoma, por si puede darle tus Escritos, y si deseas decirle algo.
+ Hija mía, mi buena y bonita Dugatoma, gracias por tus flores, por tus oraciones y sonrisas. Te amo muchísimo, hija mía, y deseo pedirte si quieres traducir mis santos Escritos al francés; si libremente me dices que sí, después de leerlos, Yo, Dios, te pido hables con mis instrumentos y cooperes con ellos. Yo, Dios, te premiaré con bendiciones especiales y sellaré una alianza contigo y tus amados hijos, ¡lo sello!
Rezo…
Yo.- Amadísimo Dios Eterno, Edón te pide por Sinoroto, internado en un psiquiátrico. No se atreve a pedirte que le cures, pero mi esposo, Fuerza, te lo pide, si es tu Voluntad. Y quiere preguntarte, si traerlo a vivir con él.
+ Amado Edón, no tengas reparo en pedir a Dios, ¡soy tu Padre!
Y Yo, Dios, deseo no me tengáis miedo.
Soy bueno.
Y no estoy lejos.
Estoy aquí mismo, en mis Escritos.
Es bueno tu amor por tus semejantes, pero antes de traer a mi amado hijo Sinoroto a vivir contigo, voy a curarlo.
Que mis instrumentos preparen el agua de Lourdes, que voy a derramar un nuevo milagro. Se sanará mi hijo, si bebe el agua de Lourdes, y cuando esté mejor, confiese y comulgue.
No deseo que los hombres se sientan solos y desamparados.
Dad vuestro cariño, en forma de obras.
Yo, Dios, te bendigo, amadísimo Edón, por el amor en obras que deseas hacer por tu amigo Sinoroto; pero antes de hacer nada, consúltalo con tu director espiritual.
+ Amado Edón, hijo bueno y fiel, cuando acudas a mi hija Dol, y te imponga, ésta, las manos, acudiré a ti y te daré el don y la dicha del apostolado; me rendirás almas, amado mío.
El Cielo se irá llenando, y tú, amado Edón, serás mi jornalero.
Tu sueldo será mi Cielo Eterno ¡Te bendigo, amado y buen hijo!, y mi siervo Ris, también desea te bendiga; te da las gracias y te espera aquí, conmigo y con María.