Lunes, 13 de Enero de 1.996 Rezo… 22:20h. a 22:35h.
Yo.- Amado mío ¡Dios! Ayúdame, necesito estar fuerte físicamente, y me siento cansada. Me he pasado más de tres horas durmiendo, sin poder evitarlo. ¿Porqué me ocurre esto? ¿Puedo yo, siguiendo tus sabios consejos, solucionarlo, o es necesario un milagro, o es tu voluntad? ¿Cómo puedo educar a mis hijos, si no puedo con mi cuerpo físico? ¿Es porque falta un mes para que nazca Ilusión? ¿Qué me pasa? ¿Deseas aclarármelo?
+ Hijita bonita, pequeña flor, tú no sabes ni comprendes las maravillas que, a través de ti, doy al mundo. Hoy ha llegado a manos del Santo Padre, la remesa última, de mis Escritos contigo. Y el enemigo esta feroz, ¡no puede permitirlo! Mas acontece siempre mi santa Voluntad, y el Santo Padre, gracias a tú reflejar mi Voz, está confiado, ve que Yo, Dios, estoy a su lado, y esto lo incita a cumplir Conmigo. Oh Primavera, si tú supieras el bien que Yo, Dios, a través de ti, doy a mi Santa y única Iglesia. Sufres, mas tu sufrir es causa de alegría en el Reino Celestial, ya que es la furia de Satanás, que se venga de que, a través de ti, los santos se unen en comunión a Mí. Hijos míos, Yo, Dios, soy feliz. ¿Qué importa un poco de tu sufrir si, a cambio, el Santo Padre goza de alegría? Sufre con paciencia, hija mía, que mañana será otro día, y te encontrarás mejor. Y Yo, Dios, os bendigo a ti y a Fuerza, ya que por vosotros y vuestra obediencia, hoy, el Santo Padre, ha llorado en su corazón ante mi presencia en el Sagrario. Hijos míos, Yo, Dios, en vosotros confío. ¡Gracias! Os bendigo, y mi santa bendición recae justo sobre vuestras cabezas.
No te entristezcas por sufrir, ya que, ¿no es el sufrimiento Mío, de Cristo, el que os redimió y os reconcilió? Pues es bueno sufrir. Sufre, amada Primavera, pensando que Yo, Dios, soy feliz. ¡Os amo! ¡Gracias, hermanos! ¡Gracias, amigos míos, amigos de Dios, del Altísimo!