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Revelaciones 48

Viernes, 10 de enero de 1.997 Rezo…      18:45h. a 19:17h.

Yo.- Amado nuestro, Fuerza te pide, si quieres hablar de los beneficios del embarazo para la salud de las madres; a raíz de una manipulación informativa, promovida por unos “científicos” ingleses que aseguran poder demostrar que con los embarazos, disminuye el tamaño del cerebro de la mujer.

+ Yo, Dios, digo y pregunto: ¿Con quién han analizado, con ratas, con monas? ¿Dónde han encontrado a las mujeres que les han servido para tal diagnóstico? ¿Cuántas mujeres se han sometido a los embarazos naturales que Yo, Dios, quiera? ¿Dónde están? ¿Quiénes son estas madres que han dado todo su tiempo, en años fértiles, y han ido procreando hijos, de forma natural, sin tomar en ningún tiempo contraceptivos? Yo, Dios, no sé de ellas ¿A lo mejor, Yo, Dios, no lo sé todo? ¿A lo mejor, ocurre algo fuera de mis ojos?

¡¡¡No!!!

(Y oigo su voz, como un trueno, y como huracán que barre el cielo).

Hijos míos, hay maldad en vosotros; son vuestros cerebros los que se han vuelto chicos, al achicarse vuestro corazón y agrandarse vuestros bolsillos. ¿Cuánto dinero os han dado para dar al mundo tal amañada información? Satán os lleva de la mano y os enseña a actuar como él, con engaños.

Os voy a decir Yo, Dios, los beneficios de los múltiples embarazos: No sólo se ensanchan los vasos capilares, no sólo la circulación de la sangre es más fluida y limpia, sino que esta misma sangre, al pasar por la mente, la limpia y rejuvenece. Por eso, las madres tienen buen humor y alegría, ya que la circulación sanguínea, al purificarse en cada embarazo, rejuvenece el físico y el ánimo de la madre. En la sangre está la vida y, si la sangre se renueva, se renueva la vida entera. Yo, Dios, no creé a los hijos para matar a la mujer; ¡no soy ningún asesino!, soy Dios Creador, y cada hijo da a la mujer, fuerzas nuevas, para que ésta tenga salud y energía, para ayudarlo a crecer como ser humano.

La madre no está sólo para parir, sino para educar a los hijos. Y para educar, uno debe tener el cerebro perfecto y en pleno desarrollo de sus energías mentales, ya que educar a los hijos es una tarea dura, ¡única!, por ser cada hijo, diferente, irrepetitivo. Yo, Dios mismo, creé al hombre y a la mujer, pero si no cuidáis vuestro organismo, nutriéndoos bien, y tomáis fármacos por cada vaivén, si no respiráis el aire salutífero y dormís lo suficiente, no hagáis responsables a vuestros hijos, de lo que os acontece por no cuidar de vuestro cuerpo.

Si tomáis anticonceptivos, si os llenáis de alimentos incorrectos, no echéis la culpa al feto, que este feto es mi hijo, un hijo del Dios vivo, del Dios que creé al hombre y a la mujer.

Hijos míos, si queréis engañaros y mentiros, hay multitud de falsas investigaciones, y podéis usarlas para acallar vuestra conciencia, mas Yo, Dios, soy el único que puedo y os doy la vida eterna en el Cielo. Podéis engañaros durante unos años, mas viviréis la verdad en la eternidad inmortal, la eternidad que se compra por la verdad que viváis ahora. ¡Sois libres! Así os hice, así os quiero Yo, Dios, Rey y Señor del universo.