Saltar al contenido

Revelaciones 40

Lunes, 11 de marzo de 1996… Rezo… (13:44 h) a (14:02 h).

Yo.- Humildemente acudo a Ti, mi amor, mi Dios, mi vida; mi todo. Ay, Dios mío, te amo tanto…Y por mi amor, por el amor de mi amado esposo Fuerza a Ti y a su padre, te pido que nos consueles y ayudes. Ya sabes que mi cuñada nos ha prohibido ir a ver a su padre, a mi amadísimo suegro Ciril; e incluso no permite que Fuerza hable con él por teléfono. Cuando llama, las criadas y enfermeras, le dicen a mi amado esposo que la hermana de Fuerza les ha prohibido que le dejen hablar con su padre; que si lo hacen, las despedirá. Mañana hará dos semanas que no le vemos, ni hablamos, ni sabemos nada de él. Incluso, cuando Fuerza llamó a su padre para decirle que había nacido nuestra hija Flos, la criada no quiso ponerle con él. Yo sé que Tú lo cuidas, Dios amado, pero te pido, ¡te suplico!, de rodillas, y con lágrimas en los ojos y roto mi corazón, que por favor, por favor, por favor, Dios nuestro, nos digas algo.

+ Yo, Dios, os digo: No es fácil tener mis Locuciones, no es fácil ser mi apóstol.

El Maligno desea destruiros.

Quien me sirve fielmente, sufre, pero Yo, Dios, si pasa la prueba, siempre, siempre, le doy mi recompensa.

Y no lo digo por vosotros solos, amados instrumentos de Dios, Fuerza y Primavera, lo digo por todos, por todos mis amados hijos que me aman.

Sí, por ti, ¡por ti!, te lo digo, a ti te lo digo, amado hijo, amada hija. No hay nada mejor que servir a Dios.

Yo, Dios, ¡Dios!, doy el ciento por uno, y empiezo a pagar en la tierra. Es mi verdad, es la verdad de Dios. Sedme fieles, llevad con obediencia vuestra cruz, y tendréis, ya en la tierra, mi recompensa.

¡¡Os amo!!