Lunes, 9 de Septiembre de 1.996 Rezo… 11:37 h. a 12:14h.
Yo.- Amado amor; de parte de Fuerza:
«¿Te gusta que vayamos de romería a visitar y rezar a tu Madre? ¿Cómo quieres que sean las romerías, y cuándo hemos de hacerlas?»
+ Amados hijos, cuando asistís al sacrificio de la Santa Misa, acudís a Mí, ¡a Dios! Y es justo, vengáis cada domingo y día de precepto. ¡Yo, Dios, deseo veros!, y ver a los que viviréis Conmigo en el Cielo Eterno.
Y es justo que no os olvidéis de mi Santa Madre, la Purísima Virgen, María Inmaculada. ¡Acudid a visitarla!, en los Santuarios que vosotros, los que Yo, Dios, conozco vuestros rostros, por acudir a Misa, habéis edificado para dar, con lo físico, gloria a María, a la Madre del Altísimo; no dejéis lo físico olvidado, ya que por las obras de fe en el físico, Yo Dios, os bendigo.
¡Acudid a mi Madre!, ¡acudid a los Santuarios de María, en romería!
Igual que el romero en flor, que se encienda en vuestro corazón, el rezo del santo rosario en el Santuario Mariano.
¡No vayáis solos a ver a vuestra Madre!
¡A todos los hombres que os sentís hermanos!: Una madre, no ama un hijo más que a otro hijo, no, una madre santa, ama y desea ver a su lado, a todos sus hijos, a todos los hermanos del mismo Padre.
¡No hay fechas predilectas para las madres santas! Ellas aman y desean a sus hijos, cada día; acordaos de María Inmaculada, cada día.
Y si no podéis visitar un santuario, haced una romería en el espíritu, cada día, mientras le rezáis el santo rosario en familia, ante una imagen suya, y con una vela encendida.
Uníos en las ansias de corazón, de dar vuestro amor a la Madre de Dios, y entregad flores a María, flores, en conmemoración de todo vuestro amor, del Amor, que son las obras de fe que dais al mundo, por Él.
Hijos míos, amad y haced romerías a María, romería y santo rosario, es lo mismo, a sus ojos y a los míos.
Los que no podáis ir a lo físico, id a lo espiritual, rezad un santo rosario, y caminad en el silencio de un rezo perfecto.
Si estás enfermo o eres pobre, haz una romería interior: Reza un Rosario a Santa María. Rézalo con total devoción y auténtico amor, y vuestra habitación será un Santuario a María, ya que Ella vendrá a vosotros, por el santo poder de Dios.
Y cuando hablo del Rosario en romería, habló de las tres partes del mismo, que es un Rosario.
*Venid a Mí, hijos buenos, acudid a la que tanto os amo. Si podéis, andad y venid andando, lo que dura todo el Rosario, a un Santuario. Vuestro caminar, por los que podéis hacerlo, os gana el Cielo, por el cansancio físico unido a la oración. Y cuando lleguéis a mi Santuario, estad en silencio y en oración Conmigo, con María, vuestra Madre y la Madre de Dios.
Los hijos míos, tan amados, que no podéis venir, venid con la oración en el rezo del santo rosario, y seré yo, María, quien acudiré a vosotros.
Hacedme romerías, y, de regreso, con el corazón alegre, cantadme canciones. Cantad a la Madre de Dios, y a Dios; y la bendición del Padre, caerá en vuestro hogar, no sólo en ti, hijo mío, hija mía, sino que por ti, caerá en toda tu familia. Así lo pido Yo, María, reina de la familia, a Dios.
+ Y así, Yo, Dios, se lo concedo, por ser mi amor, el amor de Dios, hermano del vuestro, ya que quien hace romerías a Santa María, la anuncia como Madre de Dios, y por verla Madre mía, vuestra santa visión os hermana al Cristo redentor, a Mí, a Dios.
Haced romerías a María; no pongo número ni día; no hay números ni días, para demostrar el amor a vuestra Madre.