Rezo… (21:25 h) a (21:45 h).
Yo.- Amado Dios, de parte de Soles-des, te pregunta: ¿Qué puede hacer para que Yuyo, Sau, Og, y la gente de su trabajo, se confiesen y cambien de vida?
+ Tu ejemplo, hijo mío, aunque te parece poco y lento, es el mejor y más eficaz medio para conseguir hacer realidad tu amor por mi amor.
A veces, los hechos señalan una conducta lejana de Mí, pero esos hechos son ejecutados por instinto, no son meditados.
El mundo cambiará, hijo mío, ya ha empezado la Era de la Paz.
El mundo dará un giro, y tú, con tu ejemplo, contribuirás a ello.
No pienses tanto en los demás y su infidelidad a Mí, su Dios, que tanto os amo.
Deseo que pienses y te goces de tu amor para conmigo, de la gracia que tienes de ser fiel y eficaz en tu camino, que es mi camino.
Y estate alegre y contento de saber que Yo te cuento como a un hijo predilecto.
Tu alegría tiene que venir de Mí, no de los demás.
Tu alegría es que me amas, y Yo, Soles-des, ¡te amo cada día más!
Es bueno que ames y pienses en los demás, pero no es bueno que sufras por su maldad.
¡Tú no la puedes evitar!
Ellos son libres, como tú.
Y si tú me has dado el sí, no ha sido por ellos, sino por ti mismo.
¿Comprendes lo que deseo hacerte entender? Si ellos fueran buenos, y tú no, de nada te serviría, amado Soles-des.
Yo, Dios, deseo que cada uno se mire a sí mismo y es por uno mismo que recibe mi Cielo Eterno, no por los demás.
Yo, Dios, confío en ti, Soles-des.
Tú, hijo mío, confía en Mí.
Y Yo, Dios, te digo que, con tú amarme y siendo feliz amándome, y si no te obsesionas por los demás, me los rendirás a Mí, por tu independencia feliz, que ellos verán y desearán imitar; ¡lo sello!
Te bendigo, hijo mío, y te doy mi Paz.
Gózate con tu amor a mi amor.