Saltar al contenido

Revelaciones 31

Jueves, 19 de octubre de 1995… rezo… (13:02) a (13:11)

 

Yo.- Amor mío, te quiero muchísimo, y estoy muy emocionada por tu amor con todos nosotros; qué bueno eres, Dios.

Ahora iremos a comer con los señores Amancius, y deseo decirte y pedirte que: tanto Fuerza como yo, queremos servirte fielmente, y deseamos saber si hay algo en especial que deseas que nuestra voz diga por Ti, a esos señores. 

+ Amados hijos, cuánto place a Dios vuestra docilidad, entrega y amor. Sí, deseo que hagáis ver a esas personas, que no todo es el dinero, sino que mi amor, es lo mejor para realizarse y ser feliz. Pero no hace falta que digáis nada en particular, vuestra presencia, por sí sola, habla de Mí. Sed muy cariñosos y optimistas con ellos, y que vuestros hijos les alegren el corazón con sus sonrisas, su luz y su cariño. Id en paz, lleváis mi sello y mi bendición. Os amo tanto, hijos de Dios, ¡cuán amados sois por mi amor!; estoy muy contento con vosotros, y Mamá sonríe plácidamente al observaros. (Yo.- Y así lo veo yo) Mis ángeles os custodian; ¡sed felices, vais por el camino de Dios!