Saltar al contenido

Revelaciones 11

… rezo…

 

Yo.- Amado, tengo algunas preguntas de parte de Fuerza que tanto y tanto te ama, y desea serte fiel, y por tanto te consulta. ¿Deseas contestarle?

+ Hijo mío, de mis Entrañas Espirituales, tu amor, tu gran amor para conmigo, amigo Fuerza, le da a tu Dios la dicha de sentir el gozo de su Pasión, de su Cruz.

Los hijos como tú, Fuerza, son los que me dan a beber en mi Calvario, y aunque morí por todos, soy feliz de vivir sabiendo de mi gran amor correspondido. Pregunta, hijo mío, pregunta que soy todo oídos.

Yo.- Mañana visitamos al doctor Pril. ¿Qué deseas que hagamos?

+ Amados míos, dadle mi paz a ese hijo que tanto sufre.

Amado Pril, mi niño, mi hijo querido, ¿qué deseas de Mí, tu Dios? Pídemelo en oración constante, y se verá saciada tu sed.

Lee mis Escritos, de la mano de Primavera. Cuídamela bien, que es mi niña, mi instrumento, y deseo que tenga salud para hacer mucho bien, y pueda dar fruto a su amor de esposa, que es fecundo.

Yo, Dios, te daré tus deseos, Pril, hijo mío, tú cumple con los míos.

Te bendigo a ti, Pril, y a tu esposa, que tanto y tanto amo, y a tus hijos, que me tienen robado el corazón.

Mi Madre, tu Madre, amigo Pril, os ama a todos, y pide interceda por vosotros, y Dios Uno y Trino cumplimos con sus designios.

Fuerza, no des mis Escritos a nadie más de De Belén, ya te dije el porqué, de propia Voz, a través de la voz de mi fiel amado instrumento, Primavera.

Yo.- Mañana veremos a Edon. ¿Qué deseas que hagamos? ¡Te amamos!

+ Lo que ya os dije, amados de Dios. Cuando venga a comer a vuestra casa, pídeme, amada Primavera, cuáles son mis deseos, los deseos de tu Dios, que se amoldan a la libertad, en acción constante, de mis amados hijos.

Yo sé lo que vais a hacer, pero a Primavera, sólo le hablo de lo que hacéis, y por eso va variando mi dirección.

Vosotros mandáis en vuestro destino. Yo sólo actúo, según vuestra libre conducta.

Usad bien de vuestros libres deseos, y obrad pensando en amarme a Mí, a Dios sobre todas las cosas, y en amar a todos vuestros semejantes, sin discriminación, por mi amor.

No perdáis mi Gracia por culpa de vuestros pecados.

Id rápidos a confesaros, y Yo, Dios, podré hacer mi santa voluntad en vosotros, por vuestra libertad de estar en Gracia.

Yo os amo a todos, y soy Dios de amor.

Mi amor os rendirá el vuestro, y humildemente limpiaréis vuestros espejos, y mi Gracia, por mi amor, brillará en ellos.

Y los dos nos gozaremos: tú, criatura, y Yo, Creador.