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Revelaciones 5

Miércoles, 10 de Julio de 1.996   Rezo…      20:20 h. a 20: 56 h.

Yo.- Oh, amor mío y Dios mío: Auméntame la fe y el amor. 
No soy buena. Y de verdad, de verdad, que quiero ser santa: Quiero vivir eternamente contigo en el Cielo ¡Ayúdame!

+ Te ayudo, Primavera, mas, no voy tan rápido como tú quisieras.

Te diré cuales son las herramientas de la fe:

¡El amor a Dios!, a Mí.

El amor es paciente, el amor es humilde, es decir, uno no se siente superior al otro, al contrario, el amor, el auténtico amor, lo hace sencillo y humilde, no pretende ofender, sino enseñar el querer, el amor.

El amor, y solo el amor verdadero, conduce a la fe.

Ama y tendrás fe; ámame y tendrás fe en Mí; ama a tus semejantes, y tendrás fe en el mundo, ya que el mundo será tuyo, por tu amor; por tu amor, lo poseerás, y lograrás hacerlo cambiar, según tu grado de amor.

Cuanto más ames, más frutos me darás; y por tu amor al mundo, a tus semejantes sin excepción, mas frutos darás al mundo con tu santidad.

¡Sí!, el amor, el amor es lo que sigue moviendo al mundo.

Ten amor, y tendrás fe, ya que el amor perfecciona, y en la perfección hay la fe en Mí y en los demás.

El miedo mata la fe; quien tiene miedo de Mí y del mundo, no puede tener fe, ni en Mí, en Dios, ni en el mundo.

Los hijos de los hombres vais “muertos” de miedo, porque amáis poco y mal; amad más y mejor, y no tendréis miedo; y al no tener miedo, podréis dar lo mejor de vosotros, a Mí, a Dios, y al mundo entero, y todo será perfecto.

Y al ver, los demás, vuestro amor a Mí, a Dios, y a ellos, les ayudaréis a vencer su miedo, y sustituirán su dolor por amor; ya que el miedo es el dolor de la imperfección que os esclaviza al pecado, y es por miedo que pecáis: ¿No mentís por miedo? ¿No tenéis envidia por miedo a no poder poseer lo de los demás? Ese miedo os esclaviza  a lo bajo, al pecado.

Quien ama, es valiente y no teme  a nada; mi fiel apóstol Juan, por su amor, venció al miedo, y estuvo a mi lado en los momentos de dolor y ofuscación del cristianismo.

Amad y tendréis fe, y tendréis valor para hacer un mundo mejor.

Tu herramienta, cristiano, es el amor.